Nicaragua recibe 500 mil dólares de parte de la República de Taiwán para ayuda humanitaria, pero los afectados de los huracanes Iota y Eta aún perecen de alimentos y agua potable.
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Según el portal oficial del Gobierno de Ortega (19 Digital), “Nicaragua” a través del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED) recibió el tercer desembolso de 500 mil dólares de parte de la República de Taiwán, para continuar promoviendo el proyecto «Asistencia Humanitaria para la Población afectada por Fenómenos Naturales y Sanitarios».
Por su parte, el Canciller del régimen Ortega-Murillo, Denis Moncada señaló que con un primer desembolso se beneficiaron a 53 mil 142 familias vulnerables en situaciones de emergencia y con un segundo se financiaron avituallamientos básicos para atender a 40 mil 161 familias afectadas por el huracán Iota y Eta en la Costa Caribe en noviembre de 2020.
“Ayuda del gobierno nula”
Según un reporte que realizó el diario La Prensa, Araly Richinal, una madre de tres hijos, habitante de Wawa Bar, fue una a quien los huracanes dejó prácticamente en la calle.
Richinal, “se tuvo que establecer en una «champa», construida con la madera que rescató entre los escombros, zinc viejo y plástico negro”, según La Prensa.
Además, subrayó que le urge cambiar su techo y reconoce que en estos últimos meses la ayuda del gobierno ha sido nula.
Asimismo, manifestó que desde que los huracanes (diciembre de 2020) el gobierno no ha llevado más ayuda a la comunidad. «El gobierno nunca viene», agregó.
Otro habitante del lugar, Cándida Tebas, resaltó que tras la devastación que dejaron los dos ciclones, los comunitarios instalaron un canal en el techo y abajo colocan un recipiente para recoger el agua; es su sistema de abastecimiento.
Los huracanes dejaron los pozos de la comunidad contaminados, los pobladores han recurrido al agua de lluvia para sobrevivir. Cabe destacar que esa agua de lluvia han estado tomando desde noviembre.
La tormenta Eta, entró el 3 de noviembre, en las costas nororientales de Nicaragua como un huracán de categoría 4.
Eta se desplazaba lentamente a través del norte de Nicaragua y hacia el este de Honduras, el noreste de Guatemala y luego el Caribe hasta el 6 de noviembre.
Las fuertes lluvias de Eta causaron inundaciones y deslizamientos de tierra catastróficos en el país y en los países vecinos de Centroamérica.
El 17 de noviembre, apenas dos semanas después del impacto de Eta, el huracán Iota de categoría 5 tocó tierra sobre el nor-este del país con vientos de 260 km/h, alcanzando una intensidad suficiente para calificarse como el huracán más fuerte del Atlántico en 2020.
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