El judicial Efrén Antunes, Juez local penal de Estelí, dictó prisión preventiva el pasado lunes primero de agosto, para Alfredo Antonio Palma, de 46 años, conductor del fatídico bus del accidente de la Cucamonga.
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El ciudadano está siendo acusado formalmente por los delitos de homicidio imprudente, en concurso ideal del delito de lesiones imprudentes en perjuicio de los pasajeros que se transportaban en el bus del fatal accidente.
Dicha unidad, estaba cubriendo la ruta Managua-Jalapa, pero no llegó a su destino, porque se precipitó a un abismo la tarde del pasado miércoles 27 de julio, en el sector de la Cuesta La Cucamonga.
Previo a caer al precipicio, el conductor como iba a alta velocidad, primero impacto a dos vehículos, que le hicieron perder el control de la pesada unidad y se fue al vacío.
De la tragedia, resultaron 16 personas murieron y 52 lesionadas. De los fallecidos, la mayoría eran de Venezuela.
Luego de escuchar los planteamientos del Ministerio Público, contra el indiciado, el juez dictó auto y formal prisión para el conductor, programando la audiencia inicial para el 8 de agosto.
Tras conocer los alegatos del Ministerio Público en contra de Palma, quien viajaba a exceso de velocidad y con más de 90 pasajeros, el judicial decidió dejar en prisión preventiva para el hombre y programó para el próximo 8 de agosto la audiencia inicial en su contra.
Cabe agregar que, a los juzgados estilianos, llegaron Marjini Elizabeth Abarca y Paula del Carmen Jarquín, esposa y madre del acusado, respectivamente, quienes declararon que la empresa de transporte Jarquín en la cual, laborada el conductor, se ha desligado del problema que está enfrentando el ahora conductor indiciado.
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La señora abarca expresó: “él me llamó llorando, diciéndome que se acababa de accidentar, y estaba llorando diciéndome que no quiso nunca matar a tanta gente, yo le respondí que él no había matado a nadie que había sido un accidente”.
La esposa del conductor asegura que él ese día había realizado un viaje que salió a las cuatro de la madrugada, de Managua a Estelí y regresó a la una de la tarde. “En el transcurso del camino él me llamó y me dijo que su jefe le estaba exigiendo que cubriera la ruta a Jalapa, porque el que estaba asignado a esa ruta estaba enfermo… cuando llegó al Mayoreo, él me dijo ni modo voy a Jalapa porque me dejaron el bus aquí y los boletos están vendidos”, expresa la señora Marjini Elizabeth Abarca.
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