Las autoridades de Panamá y Costa Rica informaron que desarticularon a una organización criminal que se dedicaba a traficar personas migrantes provenientes de países como Haití, Cuba, Yemen, Pakistán y Egipto en su tránsito por Centroamérica hacia Estados Unidos.
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Ambas naciones, junto a la Dirección Nacional de Inteligencia Policial (DNIP) de la Policía Nacional y el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), arrestaron a 21 personas en territorio panameño y 24 en suelo costarricense, 45 en total. Todos ellos acusados de formar parte de la red de tráfico de personas.
El director del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, Oriel Ortega, manifestó que estas aprehensiones, fueron el producto de «más de un año de trabajo» de seguimiento.
La llamada Operación Binacional Crepúsculo se desarrolló en medio de la crisis derivada de la movilización por Centroamérica de decenas de miles de migrantes irregulares, especialmente haitianos, que viajan hacia Estados Unidos.
Según los informes del Ministerio de Seguridad Pública y la Policía de Migración costarricense, los allanamientos se realizaron tanto en la zona fronteriza de Costa Rica con Panamá, como en las cercanías de la frontera costarricense con Nicaragua.
De igual manera, indican que en Costa Rica el grupo organizaba la logística para trasladar a los migrantes desde Panamá, ocultando a los migrantes en diferentes sitios para que luego siguieran su camino por Nicaragua hasta alcanzar territorio estadounidense.
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