La policía antidisturbios y el ejército de Guatemala dispararon este domingo gases lacrimógenos y golpearon con palos a miles de migrantes hondureños que se dirigían a Estados Unidos.
Al menos 6 mil de las 9 mil personas se estima que ingresaron a pie al este de Guatemala desde el viernes, en su viaje desde Honduras hacia Estados Unidos.
Los migrantes fueron detenidos por la policía, que les lanzó gas lacrimógeno, y por militares que aporrearon a quienes insistían en avanzar por la fuerza.
Las detonaciones de los disparos de gas y el humo hicieron que miles retrocedieran en la carretera, mientras otros trataban refugiarse en unas montañas.
Durante los incidentes para intentar dispersar al grupo, varias personas resultaron heridas.
Los hondureños aseguran querer escapar de la pobreza, la violencia, el desempleo, falta de educación y salud.
De igual manera, la caravana está alentada por la esperanza de una posible flexibilización de las políticas migratorias en Estados Unidos, cuando el presidente electo, Joe Biden, asuma el próximo 20 de enero.
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Biden prometió en su campaña un enfoque más humano hacia la migración.
Desde octubre de 2018, más de una docena de caravanas, han salido de Honduras rumbo a Estados Unidos, pero la mayoría ha fracasado.
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