El Papa Francisco hizo una visita inesperada temprano a la romana Plaza España, para rezar por los afectados por el coronavirus en todo el mundo.
El Pontífice, también rindió homenaje en privado a la Inmaculada Concepción, ya que a causa de la pandemia este año no se celebra el tradicional acto multitudinario.
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“A las 7 de esta mañana, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, el Santo Padre fue a la Plaza de España para un acto de veneración privada de María Inmaculada”, informó el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
El Papa dejó un ramo de rosas blancas en la base de una gran columna coronada por una estatua de la Virgen María, rezó y se marchó menos de 15 minutos después.
“Con las primeras luces del amanecer, bajo la lluvia, colocó un ramo de rosas blancas en la base de la columna donde se encuentra la estatua de la Virgen“, destacó el portavoz.
Del mismo modo, informó que el Pontífice encomendó a la Virgen a todos los que están en la ciudad y en el mundo que padecen del COVID-19.
“Se volvió hacia ella en oración, para que ella pueda mirar con amor a Roma y sus habitantes, encomendarle a todos los que en esta ciudad y en el mundo padecen enfermedades y desánimos”, enfatizó.
El Vaticano había anunciado la semana pasada la cancelación de la tradicional visita del papa debido a las normas de distanciamiento social.
La plegaria, suele congregar a una multitud, por el feriado de la Inmaculada Concepción.
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