Honduras amaneció con bloqueos de carreteras en varias regiones

Empleados de la alcaldía de Tegucigalpa recogen escombros. Foto: Demo Ikuna

Honduras amaneció este jueves con bloqueos de carreteras en varias regiones del país, luego de una noche violenta en las principales ciudades, actos de vandalismo y un paro de transportistas y de un sector de la Policía Nacional.

El paro gradual de los transportistas, que se inició el lunes, aparcando contenedores, cisternas y otro tipo de unidades de carga, se resolvió esta madrugada con un acuerdo entre sus directivos y el Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, como testigo.

En diferentes ciudades muchas personas tuvieron dificultades para llegar anoche a sus casas debido al bloqueo de carreteras y bulevares con quema de neumáticos, mientras vándalos causaban destrozos en múltiples negocios. La Policía detuvo a varios individuos cuando se dedicaban al saqueo de centros comerciales.

Por otro lado, la protesta de un sector de miembros de la Policía Nacional, que según la Secretaría de Seguridad representan el 10 por ciento de la fuerza especial “Cobras”, continuaba este jueves.

También han continuado las protestas de algunos sectores que se han tomado tramos carreteras obstaculizando el tráfico con quema de neumáticos, piedras y rastras atravesadas, como ocurría entre las 05.00 y 07.00 hora local (11.00 y 13.00 GMT) en el extremo sur de Tegucigalpa, entre otras ciudades, sin presencia policial.

Por su parte, los transportistas, con dificultades comenzaron a movilizar sus unidades que por centenares aparcaron en autopistas del norte, centro y sur del país, dejando habilitado solamente un carril, lo que el miércoles entorpeció el tráfico interurbano del país centroamericano.

El paro de los transportistas provocó la escasez de combustibles, lo que se comenzaría a normalizar en el transcurso del día, según dijeron a periodistas ejecutivos de empresas de productos derivados del petróleo.

En varias ciudades muchos conductores hacían hoy desde temprano largas filas con sus vehículos en busca de combustible.

Los hondureños vivieron una noche de incertidumbre, incluida una versión falsa de una presunta suspensión de garantías individuales, lo que fue desvirtuado por el Gobierno de Hernández, a quien diversos sectores le exigen que renuncie, mientras otros, de la oposición apuestan por sacarlo del poder y lo acusan de “usurpador”.

En todas las protestas la consigna es “Fuera JOH” (Juan Orlando Hernández).

Ante el ambiente de violencia, escuelas, colegios y universidades han suspendido clases por tiempo indefinido.

El país centroamericano también vive una crisis social, política y económica derivada de protestas iniciadas en mayo por un sector de maestros y médicos que exigen mejores sistemas de educación y salud.

Algunas de esas manifestaciones han terminado con violencia y daños a la propiedad privada, lo que docentes y galenos atribuyen a infiltrados del Gobierno para debilitar el movimiento social que pugna por una mejor educación y salud.

Las protestas de los maestros y médicos se derivaron de la aprobación en abril, por parte del Parlamento, de dos decretos asociados a la educación y la salud.

Docentes y galenos exigieron la derogación de los decretos, porque según ellos se orientaban a privatizar la educación y la salud, y despidos masivos de empleados de ambos sectores, lo que siempre ha rechazado el Gobierno.

El pasado día 2, el Gobierno derogó los dos polémicos decretos, pero las protestas han continuado.

Además, el Ejecutivo invitó a los médicos y maestros, aglutinados en una Plataforma para la Defensa de la Salud y Educación, a un diálogo para superar la crisis, pero estos respondieron que no aduciendo que la iniciativa oficial es falsa.

El martes, la Plataforma inició un “Diálogo ciudadano alternativo” con la participación de diferentes sectores, mientras que el Gobierno ha continuado el miércoles con el suyo.

EFE

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