El orteguismo aprobará mañana sábado, con trámite de urgencia, una Ley de Amnistía para “perdonar” a las personas involucradas en los sucesos ocurridos desde el 18 de abril del 2018 a la fecha de aprobación de la ley.
Según el artículo uno del proyecto de ley, el beneficio es para las personas que no han sido investigadas, que se encuentran en procesos de investigación y en procesos penales para determinar su responsabilidad y en cumplimiento de ejecución de sentencias.
“Las autoridades competentes no iniciarán procesos de investigación, deberán cerrar los procesos administrativos iniciados y los procesos penales”, cita la ley.
Además, esta ley exoneraría de cualquier investigación o proceso judicial en contra de los policías y paramilitares que participaron en la represión de las protestas antigubernamentales que estallaron en abril del año pasado que dejó entre 325 y 500 muertos, según organismos locales e internacionales de derechos humanos.
La ley dice además que deberán ser puestos en libertad a lo inmediato todos los presos políticos una vez aprobada la legislación.
El texto de la Ley solo tiene cuatro artículo, pero en el tercero el régimen amenaza a la oposición para que desistan de las protestas en las que exigen la renuncia de Ortega y Murillo. El artículo 3 dice que “las personas beneficiadas por la presente Ley deben de abstenerse de perpetrar nuevos hechos que incurran en las conductas repetitivas generadoras de los delitos aquí contemplados” amenazando de que “la inobservancia del principio de no repetición trae como consecuencia la revocación del beneficio de la ley”.
Eso último significa que los presos políticos al ser liberados por la Ley de Amnistía vuelven a participar en protestas serían nuevamente apresados y encarcelados por la dictadura.
Fuente: La Prensa
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