El grupo terrorista denominado Estado Islamico se reivindicó este viernes el tiroteo en una sala de conciertos de un centro comercial en las afueras de Moscú, en una sala de conciertos, donde fallecieron unas 40 personas y más de 100 resultaron heridas.
“Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura”, informó un integrante del grupo a través Telegram, según citaron medios internacionales.
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El comunicado no especificó más detalles del ataque, mientras que las autoridades rusas revelaron que hay más de una veintena de heridos hospitalizados, y cinco de ellos en estado grave.
En imágenes colgadas por testigos en las redes sociales se ve cómo varios hombres dispararon despiadadamente contra la gente a su entrada en el centro comercial.
Medios rusos han catalogado el atentado como uno de los ataques más graves, por número de víctimas, en los últimos 20 años.
Estados Unidos se pronunció al respecto y calificó las imágenes de “horribles”. “Las imágenes son horribles y difíciles de ver. Nuestros pensamientos, obviamente, estarán con las víctimas de este terrible tiroteo”, declaró el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
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Antes que el Estados Islámico reconociera su implicación en el atentado, Kirby subrayó que no había indicios de que Ucrania estuviera implicada en el ataque.
Se sabe que los responsables huyeron del lugar tras cometer el crimen. Horas después, la Guardia Nacional Rusa (Rosgvardia) informó que busca a los terroristas que atacaron la sala de conciertos con armas automáticas antes de una actuación del grupo de rock Piknik.
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