Durante la misa solemne en honor a la Señora de la Merced, este jueves 24 de septiembre, Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, hizo un llamado a no actuar indiferente al sufrimiento y encarcelamiento de los opositores y demás presos políticos.
“La iglesia y los creyentes no pueden permanecer insensible e inerte ante la multiplicación de las denuncias y malos tratos practicados en diversos países sobre personas arrestadas, interrogadas, puestas bajo vigilancia. Como no sentirse turbados cuando se sabe que muchas familias hacen en vano suplicas en favor de sus seres queridos”, dijo reiterando que la comunidad católica no puede quedarse sin reaccionar ante estas acciones.
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Álvarez señaló a los “poderes públicos” de ser los responsables de encarcelar a miembros de la oposición privándolos de su libertad que a criterio del religioso pagan condenas injustas. por parte de la “corrupción de los sistemas judiciales”.
“Deben saber que ellos no son señores del tiempo de los presos”, enfatizó.
El líder religioso vio con tristeza que algunos presos políticos no puedan despedirse de sus familiares, al igual que otros que no pueden asistir a sus familiares enfermos.
“Hoy vemos el sufrimiento de presos políticos que no pueden despedir en el lecho de muerte a su madre, de padres que no pueden consolar al hijo enfermo o grave, de familias atormentadas al no saber nada de su familiar detenido, indudablemente nuestra Señora al pie de la cruz conoce muy bien estos sufrimientos, hoy suplicamos a nuestra señora de la Merced recoja el mar de lágrimas que sus hijos le ofrecemos” dijo.
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El Obispo recordó que Dios no es indiferente y se siente identificado con el dolor de los que permanecen detenidos, citando una frase del evangelista Mateo. “Donde quiera que haya un hambriento, un extranjero un forastero, un enfermo y un preso, ahí está Cristo mismo que espera nuestra visita y nuestra ayuda”
Para finalizar parte de su mensaje Monseñor Rolando Álvarez, instó a los feligreses a interceder por la verdadera libertad. “Hoy son muchas las cadenas que nos oprimen, no ser más esclavos sino hijos en la libertad de los hijos de Dios porque para ser libre, nos liberó Cristo”, concluyó.
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