La presidenta y relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Antonia Urrejola, envía un mensaje alentador ante “el olvido y desesperanza” que atraviesa la ciudadanía nicaragüense, y destacó la resistencia de algunas personas de la sociedad civil pese a la situación que vive el país. La comunicación fue publicado a través de un artículo de opinión en las plataformas digitales del Diario La Prensa.
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En gran parte de su mensaje, Urrejola calificó de “símbolo de esperanza” la capacidad de los medios independientes de Nicaragua en lograr “escabullírsele” a la censura y poder publicar su mensaje.
“Si usted está leyendo esto, ocurre que un grupo de personas, trabajadoras de la prensa independiente, supo escabullírsele a un oficialismo que, pese a los intentos de censura, no puede evitar estos frutos de la libertad” agregó.
La funcionaria aseguró que en ocasiones pareciera quedar en el olvido los sucesos del estallido social de abril 2018 donde se cometieron abusos de derechos humanos, sin embargo, aún quedan registros de los acontecimientos, gracias a las voces de los grupos de sociedad civil en Nicaragua opuestos al gobierno de Daniel Ortega.
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“A veces podría olvidarse, pero ese registro se debe en una parte sustancial a la propia gente de Nicaragua”, enfatizó, reconociendo la enorme labor de aquellas personas que se mantienen en resistencia decidiendo levantar su voz pese a la opresión, falta de recursos y la desesperanza.
“Más de tres años de pesada opresión”
La relatora de la CIDH asegura que la resistencia de libertad testificada en Nicaragua, no significa la ausencia de miedo o el heroísmo impolutos, sino la perseverancia de las personas de “carne y hueso que le hacen frente al dolor, a la pérdida y la precariedad que imponen más de tres años de pesada opresión”, dijo, agregando que este tipo de acciones mantiene viva la esperanza.
Por último, Urrejola se mostró optimista en un futuro proceso democratizador para Nicaragua, sin importar las circunstancias en contra. “Es un optimismo reflexivo”, comentó, poniendo de ejemplo a países de otras regiones de Latinoamérica que han logrado salir adelante.
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“La libertad humana que resiste y la solidaridad internacional que acuerpa —como se dice por esas tierras—, es decir, la semilla del proceso democratizador que vendrá, como ya ha ocurrido tantas veces en nuestro continente, goza de buena salud en Nicaragua”, concluyó, asegurando que esa libertad que aún resiste a los embates de la represión “parecen susurrarnos al oído” a modo de antídoto contra la desesperanza y el olvido.
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