El expresidente de Costa Rica, Óscar Arias Sánchez, en entrevista exclusiva de la Voz de América, señaló que las elecciones de Nicaragua son “una rifa”.
El expresidente, añadió que “para el dictador el poder no se pone en juego, no se rifa. La verdad es que una elección es una rifa. Uno tiene que ir preparado mentalmente para ganar o perder y si se pierde se va para la casa”.
De igual manera, Arias Sánchez mostró su preocupación por las detenciones de por los menos siete aspirantes presidenciales en suelo nicaragüense y la violencia instalada contra opositores de Ortega.
“Los dictadores no saben alejarse de la silla presidencial y quieren mantenerse en el poder a cualquier precio, y es muy triste, porqué la verdad cómo puede él justificar haber encarcelado a todos los precandidatos”, manifestó Arias.
Asimismo, el político recordó que mantuvo reuniones con Ortega y otros mandatarios de la región durante el proceso y la posterior firma de los diversos acuerdos de paz de las naciones centroamericanas en la segunda mitad de la década de 1980.
Y enfatizó que Ortega le aseguró en ese momento que, “su país no se convertiría en una segunda Cuba, tampoco sería una segunda Costa Rica”.
Del mismo modo, subrayó que “Nadie se tropieza dos veces con la misma piedra, dice el refrán. Él sabe que perdió una elección y no quiere arriesgarse a perder otra”.
“En efecto, Cristiana Chamorro era la persona que tenía más apoyo popular entre todos los precandidatos que sonaban en Nicaragua y fue a la primera a la que le allanó su casa y continuó con todos los demás”, dijo Arias.
Además, Arias, puntualizó que “Nicaragua se va convertir en una dictadura cada día más cruel, donde se va ir eliminando todo tipo de oposición, no solo política, sino de la sociedad civil, y la verdad es que se van a inundar las cárceles de opositores a Daniel Ortega”.
El premio Nobel de la Paz consideró que Nicaragua bajo el mandato de Ortega volverá a las prácticas de las viejas dictaduras latinoamericanas y sus gobernantes tras los comicios del noviembre próximo.
“Cada día se va a parecer más y más a las dictaduras del pasado de América Latina, donde nada se movía sin en el permiso del dictador y parece que ese es su sueño [el de Ortega]; estar ahí y llamar criminal a todo aquel que quiere aspirar a ser un precandidato. Va ser una elección que va ser una farsa ante los ojos de todo el mundo”, estimó el expresidente costarricense sobre los comicios del 7 de noviembre.
Concluyó diciendo que “al dictador no le importa el sufrimiento de su pueblo, no le importa si vienen sanciones internacionales de ningún tipo, no le importa si la inversión se cae y no hay fuentes de trabajo. Francamente nada le importa, excepto la razón de ser del dictador, mantenerse en el poder”.
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