Un reciente reporte del periódico The Washington Post, ha constatado que las localidades de Eagle Pass y el condado de Maverick, dos comunidades fronterizas del estado de Texas, se encuentran repletas de cadáveres de migrantes que fallecieron intentando cruzar la frontera.
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El diario con mayor circulación dentro de Washington D.C., señala que las personas han muerto ahogados al intentar cruzar el río Bravo, mientras que otros fallecieron cuando cruzaban “las vastas y desoladas tierras del estado”.
La situación es tan critica que la ciudad ya no tiene más espacio en la morgue, al tiempo que las autoridades texanas han solicitado apoyo a fin de tratar la crisis migratoria que ha dejado miles de muertos.
El informe periodístico detalla que las autoridades hace dos años rescataban entre uno o dos cuerpos. En la actualidad la cifra se disparó al punto de rescatar cuerpos casi a diario.
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La falta de recursos y el poco espacio en las morgues ha llevado a las autoridades a enterrar los cadáveres sin que sus familiares puedan reconocerlos. Otro de los factores que impide identificar los cuerpos es que no se cuenta con suministros necesarios para poder recolectar muestras de ADN de cada persona.
“Existe una sensación abrumadora de ‘¿qué vamos a hacer?’ Quieres asegurarte de que regresen con sus seres queridos, pero hay demasiada gente cruzando el río”, dijo Jeannie Smith, jueza de paz encargada de registrar los decesos.
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