El Papa Francisco, a través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, informó su primera contribución de 200 mil euros, tras el terremoto de magnitud 7,2 que sacudió Haití el pasado 14 de agosto, causando más de 2 mil víctimas y 12 mil heridos.
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El movimiento telúrico también causó cuantiosos daños materiales sumando la ya difícil situación por la pandemia del coronavirus.
Según el comunicado del Vaticano, esta donación se repartirá entre las diócesis más afectadas por la calamidad y se utilizará para ayudar a las víctimas del terremoto, en colaboración con la Nunciatura Apostólica.
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Dicha aportación, se enmarca en la ayuda que se está llevando a cabo en toda la Iglesia católica y que implica, además de a varias Conferencias Episcopales, a numerosas organizaciones caritativas.
(ASSOCIATED PRESS)
De igual manera, el Santo Padre ha decidido enviar una primera ayuda de emergencia de unos 69 mil dólares a la población de Bangladesh, recientemente afectada por el ciclón Yaas.
De igual manera, mandó aporte de 100 mil euros a la población de Vietnam, que se encuentra en graves dificultades debido a las consecuencias socioeconómicas asociadas a la pandemia del COVID-19.
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