El piloto de un helicóptero griego, Babis Anagnostopoulos, negó haber asesinado a su esposa, e inventó una historia falsa en la que culpaba a unos ladrones de haber cometido el crimen en la casa donde habitaban, en las afueras de Atenas, Grecia, reseñan medios internacionales.
Luego que el cuerpo sin vida de Caroline Crouch, su cónyugue, fuera encontrado el pasado 11 de mayo en el dormitorio de su domicilio, Babis engañó a las autoridades confesando que unos asaltantes irrumpieron en su casa, lo ataron y estrangularon a su mujer frente a su bebé, huyendo con 15.000 euros en efectivo (18.000 dólares).
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La muerte de la ciudadana británica de 20 años de edad, causó conmoción en la nación de Grecia, tanto que su esposo Babis llegó a los medios de comunicación narrando la misma versión que había declarado a las autoridades. “No lo puedo describir. Espero que esto no le pase a nadie más“, dijo, agregando que rogó a los ladrones que no hicieran daño a su familia.
Medios locales informan que las autoridades llegaron a ofrecer la cantidad de 300.000 euros (más de 355.000 dólares) por información que permitiera dar con el paradero de los asaltantes.
Sin embargo la policía logró constatar que Anagnostopoulos inventó la historia del robo, y que él era el principal responsable de la muerte de su esposa. Los investigadores pudieron desenmascarar a Babis gracias a un reloj inteligente que portaba en ese momento Crouch.
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Investigaciones de la policía manifiestan que un reloj inteligente de Crouch mostró que su corazón había dejado de latir horas antes de que ocurriera el supuesto robo.
Otra de las pistas de la policía señalaban que los datos de rastreo del teléfono de Anagnostopoulos indicaban que durante la noche del crimen el hombre estuvo moviéndose por la casa, lo cual contradecía sus afirmaciones de que durante todo ese tiempo había estado atado, recoge el medio ruso RT.
Asfixió a su esposa
Anagnostopoulos , de 32 años fue detenido el pasado 17 de junio al culminar un servicio conmemorativo del fallecimiento de su esposa. Después del servicio fue escoltado por un grupo de la división de homicidios de la policía de Attica en Atenas (GADA), quienes le habrían dicho que lo acompañaran a sus instalaciones en Atenas, pues tenían información de un posible sospechoso de la muerte de su esposa. Cuando llegó a la capital de Atenas le comunicaron que él era el sospechoso.
Tras ocho horas de interrogatorio el femicida desmintió la historia de los ladrones y admitió haber matado a su mujer. Anagnostopoulos dijo a las autoridades que asfixió a su esposa luego de haber mantenido una fuerte discusión.
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