El expresidente de la República de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, hizo un llamado a la unidad de los grupos opositores de Nicaragua, de cara a los próximos comicios electorales en el país.
“El factor determinante para lo que viene es encontrar unidad en las fuerzas opositoras, deben ser de buena calidad, bien fundada para que la interlocución desde la oposición sea sólido y creíble ante la comunidad internacional”, dijo el exmandatario.
Este llamado fue hecho durante el foro organizado por la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, “La Crisis en Nicaragua y el papel de la comunidad internacional”.
Nota de prensa de Fundación Arias para la Paz
Además recalcó que en este momento la oposición nicaragüense debe asumir “una posición histórica frente a la arbitrariedad del régimen que violenta los derechos humanos y que deja en claro que no busca unas elecciones democráticas”.
Foro presenta la crítica situación política de Nicaragua
En el foro se debatió y alertó sobre la crítica situación política, social y económica que se vive actualmente en Nicaragua, las implicaciones que esta crisis ha representado para el país vecino del sur, Costa Rica y analizar el papel de la comunidad internacional en el apoyo de una búsqueda de soluciones a la misma.
En el foro también participaron William Vigil de Nexus Sur-Norte, Luciano García en representación de Hagamos Democracia, Cynthia Arnson por el Centro Wilson, Ramón Jáuregui Atondo, presidente de la Fundación Euroamérica, así como Lina Barrantes y Ana Yancy Espinoza por parte de la Fundación Arias.
La Fundación Arias para la Paz representa a la Plataforma de Acceso a la Justicia, la cual conglomera a un grupo de organizaciones nicaragüenses que deben ocultar su identidad por temor a las represalias, pero que son necesarias para evidenciar los abusos de derechos humanos.
La Fundación Arias para la Paz realizó en diciembre 2020 el Tribunal de Justicia, llamado: «La Violencia Sexual como Crimen de Lesa Humanidad en Nicaragua», en el que presentaron declaraciones de la víctimas de represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo acusados de crímenes de lesa humanidad.
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