Nicaragua está en caída libre, hablando en materia económica, desde el año 2018, luego de las protestas anti gubernamentales que generaron una reforma al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) y la desprotección a la reserva natural Indio Maíz, en un voraz incendio, mientras en el 2020, la pandemia del COVID19 vino a agudizar la situación.
Pese a que la asesora de la presidencia en temas de salud, Sonia Castro, dijo que en Nicaragua no habría cuarentena o restricciones, lo cierto es que las líneas aéreas suspendieron sus vuelos, por la situación del coronavirus y no han retornado por las extremas restricciones del gobierno de Nicaragua. El sector turismo ha sido víctima colateral de las medidas que el gobierno de Daniel Ortega impuso.
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Solamente algunas agencias de viajes operan en Nicaragua: Avianca y Copa Airlines. Esta última mantiene sólo vuelos semanales. Y los boletos para viajar son excesivamente caros, en comparación a la economía nacional, expuso José Adán Aguerri, expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep).
“Nosotros ejemplificábamos que un pasaje Costa Rica – Miami, ida y vuelta, el día de ayer (20.1.21) hicimos el ejercicio, incluyendo el costo del examen del COVID, salía en cuatrocientos y pico de dólares, en Costa Rica, y mil doscientos y pico de dólares en Nicaragua, es decir: tres veces y medio más caro el pasaje, y el pasaje más el examen, dos veces y medio más caro para los nicaragüenses” explicó.
Turismo nacional no es alternativa
Y esta falta de flexibilidad en las medidas ya está pasando factura en diferentes sectores económicos del país. Aguerri afirma que el turismo nacional no tiene la capacidad de sustituir a la visita extranjera.
“Aquí se está apostando al turismo nacional. Esa es la narrativa que las autoridades están queriendo dar como alternativa, y la realidad ha demostrado que el turismo nacional, en un país que tiene tres años de estar en caída libre, económicamente hablando, en que los hogares nicaragüenses están recibiendo menos córdobas, de lo que recibían hace tres años. Entonces no están en capacidad de poder ser una alternativa que sustituya al turista que venía del extranjero.” afirmó.
Por otro lado hay una disparidad narrativa en cuanto a la dureza de las medidas y la actitud de gobierno referente a la pandemia, que perciben los inversionistas o empresarios extranjeros. Ya que el Ortega mantiene las medidas fortalecidas hacia las aerolíneas, pero continúa promoviendo actividades masivas. Este viernes, Rosario Murillo dijo que el fin de semana se realizarían 4,300 actividades.
“Es muy difícil que se considere a Nicaragua en este momento como esa alternativa para inversión nueva que llegue. Y por eso has visto vos que las dos crisis (política y económica) lo que han generado es una caída de la inversión dramática en los últimos años.” señaló.
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