El papa Francisco otorgó en la tarde de este viernes una indulgencia plenaria universal hacia todo los fieles de la Iglesia Católica en medio de la pandemia por el coronavirus que golpea en todo el planeta.
“Un vacío desolador que paraliza todo a su paso. Se palpita en el aire, lo dicen las miradas”, dijo el Papa. “Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que los discípulos del Evangelio nos sorprendió una tormenta. En esta tormenta estamos todos”, señaló el Santo Padre en su mensaje en una Plaza San Pedro absolutamente desierta.
“Ahora, mientras navegamos en mares complicados, te pedimos: Despierta, Señor”, manifestó Francisco en su alocución por la pandemia de COVID-19.
El obispo de Roma caminó unos 50 metros en soledad mientras una tenue lluvia impactaba sobre la plaza vaticana. Al llegar a la escalinata, fue ayudado por su secretario privado, sobre quien el pastor argentino se sostuvo para poder subir al atrio.
“En medio del aislamiento donde experimentamos la falta de los afectos, escuchamos una vez más el anuncio que nos salva: ¡Ha resucitado y vive a nuestro lado!”, expresó en su mensaje Urbi et Orbi el Papa. “Dejemos que reavive la esperanza”.
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