La empresa estadounidense de servicios financieros Western Union informó el jueves que cortó los envíos de remesas a Cuba excepto los de Estados Unidos a partir del 26 de febrero.
“Debido a los desafíos únicos de operar servicios de envío de remesas desde países fuera de Estados Unidos hacia Cuba, Western Union no puede operar servicios de transferencia de dinero a Cuba desde otros países a partir del 26 de febrero de 2020”, dijo en una declaración enviada por correo a la agencia AFP.
“Entendemos el impacto que esto tendrá en nuestros clientes y haremos un seguimiento directo con ellos si podemos reactivar transacciones desde fuera de Estados Unidos hacia Cuba en el futuro”, agregó.
Una vocera declinó dar información adicional sobre la nueva restricción.
La compañía con sede en Denver había advertido la semana pasada que podía suspender este servicio.
Cuba y Estados Unidos, antiguos enemigos de la Guerra Fría, tuvieron un histórico acercamiento hace cinco años, pero sus relaciones se deterioraron tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.
La administración Trump, respaldada por cubano-estadounidenses de línea dura contra el gobierno comunista de la isla, ha aplicado decenas de medidas que refuerzan el embargo que Washington mantiene desde 1962 contra La Habana, argumentando violaciones de los derechos humanos de cubanos y apoyo al “dictador” venezolano, Nicolás Maduro.
En el marco de esas sanciones, el Departamento del Tesoro decidió en septiembre pasado dejar de permitir que las instituciones financieras sujetas a jurisdicción estadounidense procesen transacciones con origen y destino fuera de Estados Unidos.
Además, limitó el envío de remesas a Cuba, prohibiéndolas para familiares de funcionarios cubanos e integrantes del Partido Comunista y limitándolas a 1.000 dólares por trimestre por persona en el resto de los casos.
Según el Departamento de Estado, las remesas estadounidenses, estimadas en 3.500 millones de dólares en 2017, juegan un papel importante en la economía cubana.
Más presión sobre el régimen
Desde hace un tiempo, la administración Trump ha decidio incrementar las sanciones y la presión sobre el régimen conducido por Miguel Díaz-Canel, principal soporte de la dictadura de Maduro. Entre las amonestaciones figuran la prohibición de realizar vuelos charter desde los Estados Unidos hacia la isla, lo que impactó sobremanera en el turismo internacional cubano, uno de los principales sectores que sostienen la estructura estatal.
El turismo es uno de los sectores más dinámicos de la isla con ingresos por unos 3.000 millones de dólares anuales y se convirtió en el foco de atención de las políticas del presidente Trump, cuyo objetivo es asfixiar la economía cubana para presionar un cambio de modelo político.
En enero, en tanto, la caída de turistas fue sensible. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) se registró una caída del 19,6% respecto a mismo mes de 2019.
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