Estados Unidos y otros 11 países americanos convocaron hoy a los cancilleres de los Estados parte del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) a una reunión en la segunda quincena de este mes para tratar el “impacto desestabilizador” de la crisis en Venezuela. Si bien todavía no se precisó el lugar ni la fecha, sí se acordó que la reunión tendrá lugar a fines de septiembre.
Además de Estados Unidos, entre los países que dieron el visto bueno para concretar el encuentro estuvieron la Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala, Haití, Honduras, El Salvador, Paraguay, República Dominicana y Venezuela, cuyo representante es Gustavo Tarre, enviado de la oposición al régimen de Nicolás Maduro.
En tanto, Trinidad y Tobago, Uruguay, Costa Rica, Panamá y Perú se abstuvieron de tratar el tema, mientras que Bahamas se ausentó al igual que Cuba, quien si bien conforma el grupo, se retiró de la OEA, pero no del TIAR, como Ecuador, Nicaragua, México y Bolivia.
El tratado establece que los cancilleres pueden incluir la ruptura de relaciones diplomáticas o la interrupción (parcial o total) de los vínculos económicos. El TIAR, conocido como Tratado de Río, contiene una cláusula de defensa colectiva que permite actuar a los países firmantes en caso de una agresión contra uno de ellos.
Costa Rica, Chile y Perú intentaron eliminar la acción militar entre las disposiciones del tratado para los países “que pongan en riesgo la estabilidad continental”. En este sentido, Estados Unidos sostuvo que la decisión del TIAR tiene como objetivo entablar un marco jurídico para que los países miembros contribuyan a generar un cambio democrático en Venezuela.
Pese a la disposición, varios países que no integran el TIAR manifestaron su negativa de llevar adelante el tratado. Por ejemplo, Bolivia se retiró de la sala, mientras México y Uruguay se opusieron por considerar que el TIAR no es apropiado para resolver una crisis como la venezolana.
“Nos acercamos a un punto sin retorno. Nadie gana y todos pierden”, expresó la embajadora mexicana, Luz Baños. Y agregó: “Si la intervención armada no es la meta, ¿para qué recurrir a un instrumento obsoleto?”.
Por su parte, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, acusó a Maduro de recibir grupos militares y opositores de las FARC. “El régimen de Maduro tiene respaldo político y control social. Los grupos reciben protección, apoyo logístico, entrenamiento y armamento”, dijo. Incluso pidió a los 34 países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) a enfrentar “la mayor amenaza para la seguridad democrática y la estabilidad de la región”.
AP / DPA
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