En el primer día del curso el lunes, los estudiantes de secundaria en Hong Kong complementaron sus formales uniformes blancos con máscaras de gas, gafas protectoras y cascos, en una jornada de huelgas que pretendía mostrar el compromiso con el movimiento de protestas contra el gobierno.
El territorio semiautónomo chino lleva tres meses convulsionado por protestas prodemocracia que reclaman reformas electorales y una investigación independiente sobre conducta policial.
El reinicio de las clases será una prueba para el movimiento, dominado por jóvenes, ya que se espera que muchos manifestantes vuelvan a las aulas tras el receso veraniego. El lunes por la tarde había una huelga convocada para que los alumnos se no fueran a clases y acudieran a una plaza pública en el centro de la ciudad.
En el St. Francis’ Canossian College, una escuela femenina, varias estudiantes de uniforme se arrodillaron en línea y sostuvieron carteles hechos a mano con el texto: “Las cinco grandes demandas: Nadie es prescindible”.
El secretario de Eduación de Hong Kong, Kevin Yeung, dijo que confiaba en que los estudiantes se quedaran en clase.
“Las escuelas no deben utilizarse como lugares para demandas políticas o ejercer presión”, dijo Yeung en una sesión informativa del gobierno.
Las demandas de los manifestantes incluyen la retirada de cargos contra los manifestantes detenidos y la retirada oficial de una ley de extradiciones que permitiría enviar a residentes a Hong Kong a la China continental para juzgarlos allí.
Las demandas derivan de la sensación entre algunos residentes de Hong Kong que el gobierno chino continental, controlado por el Partido Comunista, ha ido erosionando la autonomía y derechos civiles prometidos cuando la excolonia británica fue devuelta a China en 1997.
Algunos manifestantes interfirieron con los desplazamientos de la mañana bloqueando puertas de trenes en varias estaciones de transporte público. Intentaron evitar a la policía moviéndose rápido entre estaciones.
Voz de América
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