Rosa Amelia Valladares Areas se dedicó aproximadamente cuatro décadas a la docencia. Ya se había jubilado. Impartió clases en el Colegio Japón de la capital (en el barrio Los Ángeles) y su vida se apagó la tarde del domingo, cuando cruzaba la carretera y fue atropellada por una camioneta en las cercanías de la P del H, en el barrio Paraisito.
El cuerpo quedó boca abajo en el parqueo de una iglesia evangélica. Falleció de manera instantánea. En su vestimenta no portaba ningún documento. Le encontraron más de 5 mil córdobas.
El cadáver fue remitido al Instituto de Medicina Legal (IML). La profesora Rosa había salido a eso de las 3:30 p.m., de su casa ubicada en el barrio Los Ángeles a visitar a otra maestra llamada Lucía. Cuando se disponía a retornar ocurrió la desgracia.
Sus familiares aseguran que se extrañaron cuando cayó la noche y no regresaba. Fueron a buscarla a los hospitales y finalmente llegaron al IML, donde la identificaron.
El cadáver fue entregado la tarde de ayer. “Ella tenía un método de enseñar, era muy estricta y muy buena. Los chavalos aprendían. Fuimos maestros de generaciones”, comentó una docente que llegó a dar las condolencias a la familia.
La profesora Rosa procreó dos hijos, uno vive en España.
Testigos del accidente dijeron a un medio televisivo que la infortunada caminaba aparentemente ebria, lo cual fue desmentido por sus familiares.
“La policía ayer (domingo) nos dijo una cosa y hoy dijo otra”, afirmó una sobrina de la víctima.
La primera versión que les dieron fue que supuestamente cruzó la vía de manera imprudente.
Y la segunda que Ariel Urtecho, conductor de la camioneta placas M 204-573, había sido el responsable del accidente.
Tomado del Periódico HOY
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