Papeles de Panamá empiezan a revelar conexiones del régimen de Ortega con Mossack Fonseca

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Los papeles de Panamá empezaron a revelar conexiones del régimen de Daniel Ortega con la firma de abogados Mossack Fonseca, que ayudó a crear una estructura de empresas de papel.

Se trata del mayor empresario de la industria del juego en el Perú y cónsul honorario de Nicaragua en Lima, Félix Rosenberg Guttman desde diciembre del 2009, se confirma en el Acuerdo Presidencial 318-2009, firmado por Daniel Ortega Saavedra.

Rosenberg escribió en un blog su nombramiento que obedece a “sus continuas obras sociales emprendidas en el país”. “Me siento muy honrado de haber recibido esta magna distinción, más aún como peruano. A nuestros hermanos nicaraguenses en este país, les hago llegar mi saludo personal y mi disposición permanente para con cada uno”, indicó Rosenberg.

Rosenberg Guttman se convirtió en figura central de la millonaria industria de los juegos de azar. Pronto levantó un imperio de salas de juego que funcionó por una década sin pagar impuestos, amparado en medidas judiciales.

Los Panama Papers acaban de revelar uno de sus últimos secretos: la red de más de una docena de sociedades offshore que usó para el manejo de sus negocios.

Rosenberg se convirtió en una estructura trasnacional que incluía, además de las salas de tragamonedas y la fábrica de confecciones, una constructora de viviendas, una distribuidora de máquinas para la industria textil, una imprenta industrial, restaurantes, hoteles y gimnasios.  En algún momento sus inversiones se extendieron a Colombia, Bolivia, Honduras y Nicaragua.

El  cónsul honorario de Nicaragua, el peruano Félix Rosenberg Guttman, alcanzó su clímax en febrero del 2010,  año en que el millonario fue nombrado protector de la Fundación International Cared, una institución sin fines de lucro creada también en Panamá.

El objetivo de esta nueva razón social era establecerla como cabeza de todo el entramado empresarial que había convertido a Rosenberg en un magnate a escala regional.

A decir de sus propios asesores legales, la fundación se convirtió en el paraguas de todas las demás sociedades offshore, que su vez controlan todas las operaciones en el Perú y Nicaragua (según dijeron, dejó de tener inversiones en los demás países).

Cada decisión que se toma en las distintas empresas –que reúnen a más de 3 mil trabajadores– depende en última instancia de lo que disponga la fundación. La palabra final la tiene el protector, Félix Rosenberg, y un comité designado por él.

Se desconoce el número de sociedades que integra este conglomerado. Sin embargo, los papeles de Mossack Fonseca, filtrados hace unos días a la prensa mundial, revelan que entre los años 2013 y 2014, y siempre por intermedio del estudio panameño, se agregaron tres sociedades de fachada.

Aquí en Nicaragua se sabe a voces en el sector empresarial, que el peruano Félix Rosenberg Guttman ha establecido diversos negocios con los hijos de Daniel Ortega, entre los que se mencionan: gimnasios de lujo, hoteles de primera y hasta esta crear líneas aéreas para cubrir la ruta Costa Rica- Nicaragua- Costa Atlántica.

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