Al cumplirse cinco meses de represión y muerte en el país, organismos de derechos humanos y familiares de presos políticos exigen justicia y libertad.
En las últimas semanas se han incrementado las denuncias de torturas por parte de la Policía Orteguista. Los casos varían desde cuchilladas en partes íntimas, golpes, puntapiés, marcas a menores de edad, secuestros y amenazas.
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Organizaciones internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas ha condenado lo que denominan criminalización de las protestas.
Quienes protestan son tratados como “terroristas” y “golpistas” sin siquiera haber sido juzgados.
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Los nicaragüenses han permanecido en las calles por estos cinco meses exigiendo democracia y ahora justicia por los muertos.
La Iglesia Católica sigue en respuesta de Ortega sobre el Diálogo Nacional, la vía indicada para resolver la crisis sociopolítica del país, señalan los obispos.
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