Marcos Medina
La Cámara Nicaragüense del Pan denuncia inseguridad para sus agremiados en la zona de Estelí y Jinotega.
Según Juan Pablo Estrada, sujetos encapuchados interceptan a los panaderos en los caminos rurales para robarles el producto o el dinero en efectivo.
“El problema es que estos elementos no son identificados, entonces el panadero lleva las de perder por todos lados”, indicó Estrada.
Mano de obra
Otras de las situaciones adversas que tienen que enfrentar los panificadores es el bajo consumo y la migración de la mano de obra artesanal.
“Se han ido fácilmente unos dos mil empleados panificadores a nivel nacional, acuérdese que la mano de obra de Nicaragua es muy cotizada en otros países”, expresó el líder gremial.
Agregó que la mayor parte de los panaderos migrantes están en Costa Rica y Panamá.
Pese a todas estas circunstancias, Estrada explicó que el pan se ha mantenido en su mismo precio en toda la cadena de distribución. Esto también se deriva de la estabilidad de la materia prima.
En cuanto a las proyecciones de crecimiento, el sector panificador redujo su perspectiva en 5%.
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