El Caso de Cristo

Adolfo Miranda Sáenz

Lee Strobel, periodista de investigación del “Chicago Tribune”, licenciado en periodismo con maestría en Derecho, era ateo y le incomodaba que su esposa se hubiera hecho cristiana. Decidió demostrar, mediante una investigación, que todo alrededor de Cristo era falso. El resultado lo publicó en 1997 en un libro titulado “El Caso de Cristo”.

La existencia histórica de una persona se comprueba mediante escritos de personas de su tiempo. Si apartamos los textos del Nuevo Testamento por ser escritos por cristianos, tenemos al historiador fariseo Flavio Josefo que en su obra “Antigüedades Judías” al menos hace una referencia indiscutible a Cristo. También escribieron sobre Jesús los romanos Plinio y Tácito; este último detalló que “el fundador de los cristianos fue ejecutado durante el mandato del emperador Tiberio, gobernando Poncio Pilato en Judea”.

Por aparte, la validez histórica de los textos del Nuevo Testamento está comprobada con el método usado por historiadores y arqueólogos, como es constatar los textos recibidos con copias muy antiguas. Las versiones más antiguas de los textos del Nuevo Testamento, que se conservan completas, son los manuscritos Sinaítico (siglo IV) y Alejandrino (siglo V), pero existen más de cien textos parciales más antiguos (hasta del año 125) que documentan su existencia. Ninguna obra escrita en la antigüedad está más respaldada en su autenticidad histórica que el Nuevo Testamento.

El hecho más trascendental narrado en el Nuevo Testamento es la resurrección de Jesús. Si realmente Jesús resucitó se comprueba que todo lo que dijo es verdad. Si no, todo sería falso. ¿Es posible que no muriera en la Cruz y solo quedara inconsciente y despertara en la cueva donde lo sepultaron?

Descubrimientos arqueológicos relacionados con las practicas romanas de la crucifixión proveen información valiosa que da fuerza histórica a la muerte de Jesús en la Cruz. Consideremos que desde la noche anterior Jesús fue azotado con un flagelo: varias correas de cuero a las cuales se ataban pequeñas bolas de hierro o trocitos de huesos de oveja que desgarraban la piel y los músculos. Jesús perdió mucha sangre y fuerza después de los azotes

Con agotamiento extremo y debilitado se le obligó a cargar un travesaño de la cruz que pesaba alrededor de 125 libras y llevarlo por 650 metros en subida.

Clavado de manos y pies tenía que suspenderse apoyándose sobre los clavos de los pies para poder respirar y sostener su cuerpo en los clavos de sus muñecas con terribles dolores, hasta que desangrado y exhausto murió asfixiado. Uno de los soldados, para asegurarse, le traspaso el pecho con una lanza. Según dictámenes médicos, era científicamente imposible que solo lo llevaran inconsciente a la tumba. Después de estudiar por lo que pasó Jesús, los forenses consultados afirman que no era posible sobrevivir.

¿Puede ser que los discípulos robaran el cuerpo y luego saliera un personaje parecido a sustituirlo? No puede ser, porque el interés de las autoridades judías de terminar con él les haría tomar todas las precauciones. Además de los vigilantes judíos, pidieron a Pilatos poner guardia romana custodiando el sepulcro.

Pero la mayor prueba es la de los testigos que lo vieron resucitado, que fueron más de quinientos. ¿Alucinaron? No es creíble que alucinaran tantos y tantas veces que apareció; sicólogos han afirmado que una alucinación tan masiva y continuada no es posible.

¿Mintieron? Empezando por los apóstoles todos estaban dispuestos a dar su vida por afirmar la Resurrección de Cristo. ¡Y la dieron! Incluyendo a Saulo de Tarso, un fanático fariseo que perseguía a los que afirmaran la Resurrección, hasta que vio a Jesucristo resucitado y se convirtió en el apóstol Pablo que murió decapitado. ¿Quién daría la vida por una mentira? ¡Estaban muy seguros!

Lee Strobel afirma que no pudo probar la falsedad de Cristo. Al contrario, todas las evidencias demostraban que existe, que es quien dijo ser, que murió en la Cruz y resucitó. Al terminar su investigación se convirtió al cristianismo.


El autor es colaborador permanente de Radio Corporación
Puede leer más artículos de él y bajar gratis sus libros desde su Blog:
www.adolfomirandasaenz.blogspot.com

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