El cuerpo de Carlos Marconi Antón Catín, de 37 años, quien falleció hace una semanas a manos de unos sujetos en México, finalmente fue repatriado a Nicaragua.
Los restos del nicaragüense se encontraban en una morgue, en la localidad El Chahuite, en Oaxaca de Juárez, después que un grupo de sujetos lo asesinara y posteriormente le prendieron fuego en casi todo su cuerpo.
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Los hechos se habrían originado el pasado 5 de noviembre cuando el pinolero salió a vender pan y café, con el fin de recolectar dinero y poder continuar su viaje a EEUU. La organización Texas Nicaraguan Community dijo que los delincuentes robaron los documentos de identidad del joven, y luego propinaron un disparo en su rostro, hasta llevar su cuerpo a un basurero y quemarlo.
Sus familiares se enteraron rápidamente de la trágica noticia, por lo que empezaron a recolectar dinero para pagar todos los gastos de repatriación. Entre el martes y miércoles de esta semana su cuerpo arribó a Nicaragua, y sus más allegados le dieron cristiana sepulturas en la ciudad de Chinandega.
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El ahora occiso deja en la orfandad a dos niños a quienes le había prometido un mejor estilo de vida en caso de lograr cruzar la frontera de EEUU-México.
“Él salió con un sueño y ahora vendrá con sus ojos cerrados. Ojalá que ninguna madre pase este trago amargo porque es un dolor incomparable”, dijo doña Mercedes Catín, madre de Carlos.
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