Autoridades de México finalmente comunicaron que se encuentran realizando las gestiones de repatriación de los restos de la joven embarazada y nicaragüense Clorinda Alarcón, de 20 años de edad, quien murió en un hospital de México, luego que miembros de Instituto Nacional de Migración (INM) la encontraran “hacinada” junto a otro grupo de migrantes en el interior de un tráiler abandonado.
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Alarcón tenía 33 semanas de embarazo y lamentablemente también perdió al bebé. Ante su llegada al hospital donde recibió asistencia, los médicos diagnosticaron su embarazo como “muerte fetal”. Posteriormente la joven falleció a causa de un “síndrome de disfunción multiorgánica”.
“En tanto, se inició el procedimiento administrativo para la repatriación del cuerpo de una mujer de nacionalidad nicaragüense que estaba embarazada”, indicaron en un comunicado emitido este miércoles 9 de marzo.
La INM notificó que los migrantes atrapados en el trailer se encontraban en condiciones precarias, sin agua, sin ventilación, y con una sensación térmica de 40 grados centígrados. Alrededor de 64 migrantes estaban dentro del trailer ese día.
El caso de Alarcón causó conmoción en México y Nicaragua, dejando una vez más en evidencia la difícil situación que enfrentan la comunidad de migrantes que desean emprender el viaje a Estados Unidos, en busca de un mejor estilo de vida.
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La migrante nicaragüense viajaba junto a su esposo e hija de dos años de edad. Los hechos se registraron el pasado domingo 6 de marzo.
La víctima era oriunda de la comunidad Ocote Tuma, en el municipio de Waslala, en la Costa Caribe Norte. Su pareja Pedro Manzanares, junto a su hija de tres años, ya fueron enviados a Nicaragua, reseñan medios nacionales mexicanos.
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