Desde el lunes 31 de enero hasta el 7 de febrero 33 cubanos que se manifestaron el 11 de julio contra el régimen cubano, están siendo juzgados en el Tribunal Provincial de la capital. La fiscalía de ese país los acusa de sedición, (Levantamiento de un grupo de personas contra un gobierno con el fin de derrocarlo).
Medios internacionales reseñan que los acusados podrían enfrente entre 25 hasta 13 años de presión por su participación en las protestas. De las 33 personas acusadas 24 son menores de 30 años de edad.
La agrupación opositora “Justicia 11J” denunció en un comunicado que en estos procesos judiciales “se vulneran los derechos de los ciudadanos.
La organización independiente exigió “la presencia no discrecional (en los juicios) de medios de prensa, como única garantía de que, medianamente, sean respetados el derecho a la presunción de inocencia, el derecho a ser escuchado, el derecho a una participación efectiva, la presencia y examen de testigos, contemplados en la sección, adjunta el escrito.
En Cuba los juicios no son públicos (sólo se permite la entrada de un familiar por acusado) y los medios internacionales se les niega la entrada, señalan.
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Por último agregado de 1.393 personas detenidas en relación con las protestas del 11 de julio, 730 continúan en centros de reclusión y 72 de ellas son mujeres.
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