La Iglesia, tiene también la misión y el derecho de ocuparse de los problemas sociales; y cuando lo hace “no puede ser acusada de sobrepasar su campo específico de competencia y, mucho menos, el mandato recibido del Señor, dijo Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, en su mensaje de ayer domingo.
“La Iglesia se pone concretamente al servicio del Reino de Dios, ante todo anunciando y comunicando el Evangelio de la salvación, denunciando las injusticias y constituyendo nuevas comunidades cristianas. De ahí deriva, en concreto, que la Iglesia no se confunda con la comunidad política y no esté ligada a ningún sistema político. La comunidad política y la Iglesia, en su propio campo, son independientes y autónomas, aunque ambas estén, a título diverso, al servicio de la vocación personal y social del hombre”, expresa el jerarca católico.
Monseñor agrega que también tiene “la misión y el derecho de ocuparse de los problemas sociales; y cuando lo hace “no puede ser acusada de sobrepasar su campo específico de competencia y, mucho menos, el mandato recibido del Señor”, asegura el religioso.
Es propio de la estructura fundamental del cristianismo la distinción entre lo que es del César y lo que es de Dios. La Iglesia, como expresión social de la fe cristiana, tiene su independencia y vive su forma comunitaria basada en la fe, que los poderes de este mundo deben respetar, advierte Álvarez.
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De aquí nace la libertad que tiene la Iglesia de tomar sus propias decisiones. Nadie puede interferir ni influir en estas decisiones. De aquí nace también la autonomía que tiene la Iglesia de todo poder temporal, sea social, político, económico e ideológico. Recordemos hermanos que para ser libres nos liberó Cristo y como lo hemos dicho en otras ocasiones, esta libertad, nada ni nadie nos la puede quitar o arrebatar, aseguró el obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez.
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