Familiares de Violeta Granera denunciaron este lunes 24 de enero que la presa política, de 70 años de edad, presenta deterioro en su salud mental producto de las condiciones en las que se encuentra en prisión.

“Se encuentra en un estado emocional muy alarmante”, informaron sus parientes a través de una declaratoria pública, en la cual agregaron que “el cambio en su estado de ánimo se ha deteriorado rápidamente debido a las torturas psicológicas y el trato humillante al que ha sido sometida desde su injusto encierro”.

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Según sus familiares, Granera muestra mayor ansiedad y, al igual que otras cuatro decenas de “presos políticos” es interrogada “diariamente, las luces de su celda permanecen encendidas las 24 horas, le prohíben cualquier tipo de comunicación con personas de otras celdas, no tienen acceso a ningún material de lectura, entre otras formas de tortura”.

En la denuncia pública, los parientes también se refirieron a los efectos físicos de la situación de Granera, como sus 130 libras (58 kilos) de peso. Hasta ahora no ha recibido atención médica, destacaron.

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La opositora, miembro de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), padece de una inmovilidad de toda su dentadura al momento de comer y alteraciones en sus niveles de azúcar.

La activista de derechos humanos, que aspiró a la Vicepresidencia de la República en las elecciones generales de 2016, fue detenida el pasado mes de junio y es acusada del delito de “traición a la patria”. Sus familiares sostienen que es inocente. En un primer momento Granera guardó prisión domiciliar y a los días fue trasladada a la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como “El Chipote” en Managua.