La presa política Ana Margarita Vijil fue agredida por un oficial “de alto rango” en el interior de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como “el nuevo chipote” en Managua, denunciaron sus familiares este jueves 30 de diciembre acompañados del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), cuya personería jurídica fue cancelada por el Gobierno de Daniel Ortega en diciembre 2018.
Según los parientes de la activista detenida el 13 de junio, “el oficial penetró en estado de ebriedad a las celdas para cometer la agresión”. Hasta ahora se desconoce la magnitud de la misma.
María Josefina Gurdián, madre de Vijil y abuela de Tamara Dávila, también detenida, recordó en la conferencia con el Cenidh, que temía no volver a ver a su hija y nieta hace un par de meses, cuando estuvo “al borde de la muerte por su frágil salud”.
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“Estoy en sesiones de quimioterapia por el cáncer que me aqueja y estoy sufriendo una depresión porque es muy duro no saber de mi hija, ni de mi nieta. Es durísimo no saber de ellas”, comentó Gurdián, mejor conocida como Doña Pinita por su reconocido programa de cocina en televisión nacional.
Doña Pinita junto a su hija, Ana Margarita Vijil.
La señora alega que la condición de ser mujer y el aislamiento que someten contra Vijil, la colocan en estado de vulnerabilidad. “Mi hija está incomunicada. Las instituciones correspondientes son responsables del resguardo de la vida y seguridad personal de Ana Margarita y de todas las personas secuestradas por los gobernantes”, expresó Pinita.
La madre de Vijil y abuela de Dávila solicita al Estado la autorización de visitar a las activistas de manera inmediata, en compañía de la Cruz Roja Internacional, y exige se realice una investigación exhaustiva y ética sobre los hechos para esclarecerlos, y castigar a los responsables directos de la agresión.
Obispo se pronuncia
El Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, se solidariza con doña María Josefina, y “se une al clamor” popular de exigir la liberación de las personas detenidas por razones políticas.
“Mi solidaridad con mi amiga Pinita Gurdián, quien pide al Estado de Nicaragua ver a su hija Ana Margarita Vigil, agredida en su celda por un oficial policial. Como Obispo Auxiliar de Managua me uno al clamor popular exigiendo la inmediata liberación de todos los presos políticos”, escribió el jerarca católico.
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