El pez diablo ingresó a las aguas del territorio nacional entre los años 2007 y 2008, y se ha propagado por el Lago Cocibolca. Esta especie entró a las aguas dulce del país a través del Río de San Juan.
La aparición de este pez en los distintos ríos de agua dulce ha provocado alarma o preocupación entre los pobladores y pescadores que encuentran esta especie, al ser considerada una plaga y amenaza para el ecosistema acuático.
La bióloga, Yadira Marenco, señala que en Nicaragua no se ha realizado un estudio a profundidad para conocer a detalle si el pez ha generado daños ecológicos y económicos.
“Sé que el Instituto Nicaragüense de la Pesca (Inpesca), sí lo ha hecho. Pero solamente donde informan en que lago de agua dulce está distribuido el pez diablo. Pero yo he buscado información sobre que tipo de estudio se ha hecho, si es de ecología, del mercurio que contiene el pez, efectos económicos, ecológicos, sociales u otros impactos”, refiere la experta.
Voz de Yadira Marenco, bióloga nicaragüense, que realizó estudio sobre el pez diablo.
Debido a que el pez ya invadió las aguas del territorio, Marenco recomienda controlar la reproducción del mismo, debido a que en varios países como Costa Rica y en México se encontraron otro tipo de especie. Es decir, que se reproducen con otros.
“Se cruzaron entre sí y crearon híbridos, que son más resistentes a las enfermedades. Por ello, la invasión se dio más fuerte, causando una catástrofe ambiental, económica y social en México. Esperemos que eso no suceda en Nicaragua”, señala.
¿Hay alguna estrategia para mitigar los daños causados por el pez diablo?
Hasta el momento no se conoce de alguna estrategia realizada por las autoridades del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, o el mismo Gobierno de Nicaragua, ya sea para informar a la población sobre el riesgo que contiene el consumo del pez diablo y el daño al ecosistema acuático.
Y ante la falta de estudios en el país, la bióloga sugiere que la misma población documente a través de fotos para saber en que cantidades se encuentra en los ríos del país.
“Necesitamos saber en que cantidades está el pez diablo. Ya teniendo información de la misma ciudadanía con fotos o vídeos de con que especie se encuentran, le compete al Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), o el Instituto Nicaragüense de la Pesca (Inpesca), en comenzar investigaciones con un objetivo definido, de todos los efectos que puede generar este pez, antes de que nos quedemos sin nuestras especies nativa”, manifiesta Yadira Marenco.
Voz de Yadira Marenco, bióloga nicaragüense, que realizó estudio sobre el pez diablo .
Otra estrategia para mitigar los daños en los ecosistemas sería, pescar esta especie y darlas como alimento para ganado. Sin embargo, esto dependerá del estudio sobre que cantidad de metales tiene en la carne. O bien utilizarse como fertilizante para las plantas.
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¿Es consumible?
Aunque el pez diablo no se recomienda ingerir, por que contiene altos niveles de mercurio y plomo en su estructura ósea y tejida, algunos pescadores y pobladores aledaños a los ríos lo hacen, pues aseguran, según Marenco, que la carne es de buen sabor y si es consumible.
Una de las características de este animal es que, a diferencia de otros peces, esta especie no cuenta con escamas. Es decir, este protege su cuerpo con cartílagos y espinas, que utilizan para luchar entre sí y contra otros animales.
Voz de Yadira Marenco, bióloga nicaragüense.
Voz de Yadira Marenco, bióloga nicaragüense, que realizó estudio sobre el pez diablo .
El Pez Diablo tiene una increíble capacidad de adaptación, además del daño ecológico que genera en los ríos. Su nombre científico es el Hypostomus plecostomus.
Y cabe destacar que tiene capacidad de respiración aérea, por lo que puede sobrevivir fuera del agua mucho más tiempo que cualquier pez.
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