Este 31 de julio se cumple un año del atentado en la Catedral de Managua que calcinó la imagen de la Sangre de Cristo, el cardenal Leopoldo Brenes, propone realizar un día silencio y no tomarlo como un día de festividad.
“Los invito a un día de silencio, porque hay tristeza y dolor en el corazón de todos nosotros. Nada de algarabía, no, como obispo no quiero algarabía, quiero el silencio, porque en el silencio nos habla Jesús. No son manifestaciones de bulla”, insistió el cardenal.
Invita a la población a que en cada hogar se ponga la imagen de la Sangre de Cristo y unirse en oración. Para pedir por el cese de la violencia, el odio y se logre la reconciliación y la paz en Nicaragua.
Para este 31 de julio el obispo informa que las puertas de la Catedral de Managua estarán abiertas a partir desde las 8:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde.
“A las 12 del medio día se celebrará una misa, sin aglomeraciones de manera ordenada para que podamos venerar la imagen de la Sangre de Cristo”, agregó.
A las 12 del mediodía se celebrará una misa y el obispo hace el llamado para quienes asistirán a vestir de blanco, como un gesto de respeto a Cristo.
Atentado contra la imagen de la Sangre de Cristo
La escultura, que antiguamente se le conoció como “El Señor de los Milagros” y que ha sido venerada por creyentes que llegan a visitarla desde todo el país, sobrevivió intacta a cuatro terremotos, incluyendo a los que destruyeron por completo la capital en 1931 y 1972, pero en 2020 fue calcinada tras un atentado.
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El 31 de julio del 2020 un incendio provocado por una persona no identificada entró a la Capilla de la Catedral Metropolitana de Managua y arrojó una bomba produciendo un incendio dentro del templo en donde permanece la consagrada y adorada imagen de Jesucristo traída de Guatemala en 1638.
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