¿Por qué la población desconfía de la política en Nicaragua?

La pérdida de confianza en la política por parte de la sociedad, no es un tema que sea exclusivo de Nicaragua, sino que en muchos países de Latinoamérica sucede lo mismo, pero la diferencia es que aquí se nota más por la historia dictatorial que desde hace años ha conocido la población.

Encarcelar a personas que piensen diferente a la política gubernamental, o que los intimiden con su presencia político-social….amenazar, forzar al exilio, e incluso asesinar personas, es una característica que no sólo describe la coyuntura actual, ni tampoco la de la dinastía de los Somozas, sino que describe la política nicaragüense quizá desde los tiempos de José Santos Zelaya, a finales del siglo XIX.

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Esto refleja que Nicaragua es un país que desde hace más de 100 años vive cíclicamente en dictaduras, y es uno de los factores por los cuales la población desconfía de la política, según el sociólogo Cirilo Otero, ya que a medida que las malas experiencias crecen y se evidencian, son los mismos nicaragüenses quienes rechazan a los nuevos partidos políticos que surgen. Perciben que el político es “incapaz, y sólo llega a buscar como enriquecerse” o “a entrar en el campo de la corrupción”.

Los grupos gregarios

Otro elemento influyente, es que los partidos políticos que surgen en proporción al contexto, se forman basados en corrientes ideológicas, que terminan cayendo en el populismo, y no meramente con el objetivo significativo de lo que la política significa: la acción de servir a la comunidad y la sociedad.

“Cada día las sociedades van siendo más individuales, van siento más gregarias en pequeños grupos, y evitan estar en grandes organizaciones políticas porque saben que ahí los bemoles son bastante complejos y muy difíciles, es decir mucha mentira interna, mucho favoritismo interno, y al final volvemos con el asunto de la corrupción.” dijo Otero.

Pero Nicaragua es excepcional y con un añadido de exclusión social y política, señala el sociólogo, y esto es un factor peligroso para el desinterés que se fomenta, y sobre todo para la participación de la población en la política del país.

“Ese sentido excluyente es lo que nos ha llevado a profundizar un grado de peligrosidad, porque la gente le da la espalda a la cuestión política. Y empiezan aquellos criterios: “Si yo no trabajo, no como”, “a mí no me importan los políticos, porque son todos sinvergüenzas y ladrones”. Esas son las expresiones populares.” Manifiesta Otero.

Los políticos no hacen política

Pero, ¿si la población desconfía, qué deben hacer los actores políticos para intentar que se involucren más?

Uno de los planteamientos es que los partidos políticos como posibles dirigentes presenten alternativas de cambio sinceras, u ofertas convincentes hacia los electores. En cambio, sólo siguen la ideología del dueño del partido.

“Los políticos no hacen carrera política, no se perfilan como personajes políticos, sino que ellos le brindan pleitesía al dueño del partido. En el caso del Frente Sandinista, a Ortega; el caso del (Partido) Liberal Constitucionalista, a Arnoldo Alemán; en el caso de los conservadores, a los Chamorro.

Son gente que se hacen dueños del dinero y de la simbología y la conducción del partido, lo que le llaman partido, que lo convierten en un club de amigos. Entonces, todos estos políticos, por ejemplo los que están en la Asamblea Nacional, no responden a sus electores.” dijo Cirilo.

El 2021 y la conciencia participativa

Este año en Nicaragua se realizarán las elecciones generales. Unos comicios muy esperados por gran parte de la población, la oposición y el mismo Gobierno, a raíz de las protestas sociales del año 2018.

En ese contexto, y con todo lo anterior, Cirilo Otero espera que en este año se inicie un proceso amplio y de duro trabajo en la participación política nacional.

“El proceso está apenas por empezar” destaca, y ve favorable la participación de los medios de comunicación en la coyuntura, porque “han influido en la toma de información y de cambio de opinión pública que existe en la sociedad nicaragüense”.