La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas se pronunció nuevamente sobre el deterioro de las libertades fundamentales en Nicaragua. El organismo también analizó el reciente destierro de nicaragüenses a EEUU y el despojo de su nacionalidad.
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En medio del pronunciamiento sobre la situación que atraviesa el país, uno de los nombres que sobresalió fue el de Monseñor Rolando Álvarez, que hace poco fue condenado a 26 años de cárcel luego de negarse a salir de Nicaragua. La ONU pidió su liberación, al igual que los otros 37 presos políticos que se encuentran privados de libertad.
“Se trata de medidas arbitrarias y desproporcionadas, algunas con carácter retroactivo, que violan los compromisos internacionales de Nicaragua en materia de derechos humanos y tienen el fin de amedrentar”, dijo la secretaria general adjunta de la ONU para los Derechos Humanos, Ilze Brands Kehris.
Tras el pronunciamiento, la procuradora general de Nicaragua, ante la ONU, Wendy Morales, rechazó el informe alegando “que se está tratando de manipular la verdad”.
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“El informe como otros preparados por este organismo se elabora con información parcial, sesgada y subjetiva, que sólo busca desvirtuar nuestro propósito de alcanzar la plenitud, el bien común y la paz para nuestra nación”. señaló.
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