El venezolano Jesús Cortés, de 41 años de edad, uno de los migrantes que sobrevivió a la tragedia en la cuesta La Cucamonga, en Estelí, donde fallecieron 16 personas, relató que minutos antes del accidente solicitaron al chofer del bus que bajara la velocidad, porque iba muy veloz, sin embargo las peticiones fueron desestimadas.
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En sus relatos Cortés explicó que antes de la tragedia el chofer hizo una parada para tomar una gaseosa y luego continuó con el viaje hasta comenzar a manejar a exceso de velocidad.
En esos momentos, los pasajeros comenzaron a quejarse y suplicarle que bajará la velocidad, en cambio este hizo caso omiso y se produjo el fatal accidente.
Producto de manejar a exceso de velocidad, el bus impactó contra dos autos y luego dio alrededor de unas tres vueltas hasta caer en un precipicio. El señor Cortés expresó que intentó proteger a su hijo pero este perdió la vida.
Su hija resultó con lesiones luego de quedar prensada entre el hierro del bus. Quien no corrió con la misma suerte fue su esposa que desgraciadamente falleció.
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Ahora Jesús Cortés busco ayuda en la embajada de Venezuela en Managua, para intentar cremar el cuerpo de su esposa a quien considera parte esencial de su vida.
El Ministerio Público ya presentó una acusación contra el conductor responsable de la tragedia, el nicaragüense Alfredo Antonio Palma.
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