Este pasado domingo se observó al dictador norcoreano, Kim Jong-un, asistir a un funeral de Estado de un alto cargo militar del país, mientras su territorio se encuentra haciendo frente a la rápida propagación de una fiebre aparentemente vinculada con el COVID19.
Los medios norcoreanos difundieron este lunes imágenes del acto, al que asistieron más de mil oficiales y soldados, reunidos en honor al mariscal Hyon Chol-hae, un asesor general del Ministerio de Defensa, que falleció la semana pasada.
El dictador norcoreano, Kim, ayudó a cargar el ataúd de Hyon hacia el coche fúnebre y también recibió el féretro en la entrada del cementerio, según se comprende a partir de las imágenes difundidas por la televisión estatal KCTV y la agencia de noticias KCNA.
Kim era prácticamente el único de los asistentes que no llevaba mascarilla en las fotografías (a excepción de los músicos y algún que otro soldado), mientras acompañó a la comitiva de la familia con otros miembros del politburó hasta dar sepultura al fallecido en el camposanto.
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El país de Corea del Norte suma ya 2.81 millones de casos del coronavirus, de los cuales 479.000 siguen en tratamiento y han fallecido 68 desde que finalizó el mes de abril. Y actualmente se encuentra claramente en medio de un brote de coronavirus en su territorio.
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