El migrante nicaragüense Jaime Moreno Mendoza de 39 años de edad, falleció tras presentar complicaciones de salud relacionadas a ‘insuficiencia respiratoria’. Moreno junto a otro grupo de personas fue encontrado el pasado fin de semana en un contenedor abandonado en México, situación que lo trasladó a un centro asistencial, donde hasta hace unos días permanecía consciente.
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La ‘insuficiencia respiratoria’ que sufrió es producto del fatal encierro en el que permanecía en el interior del contenedor. El Instituto Nacional de Migración (INM), notificó que los migrantes atrapados en el trailer se encontraban sin agua, sin ventilación, y con una sensación térmica de 40 grados centígrados.
Moreno era atendido en el Hospital General Amparo Pape de Benavides en Monclova, donde fue entubado y había presentado una leve mejoría. Sin embargo, para ofrecerle una mayor atención médica, las autoridades de ese centro asistencial decidieron remitir al hospital de Saltillo, lamentablemente su condición no terminó de mejorar, y falleció después de presentar complicaciones en su sistema respiratorio.
Clorinda Alarcón, de 20 años de edad, de origen nicaragüense, también murió horas después que las autoridades mexicanas la encontraran dentro del contenedor. Alarcón tenía 33 semanas de embarazo y desafortunadamente falleció junto al bebé.
La joven nicaragüense recibió atención en un hospital, pero los médicos no pudieron hacer mucho.
Los doctores que la atendieron determinaron que la joven perdió la vida a causa de un “síndrome de disfunción multiorgánica”. Mientras que su embarazó fue diagnosticado como “muerte fetal”.
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Hace unos días la INM comunicó que se harían cargo de la repatriación de su cuerpo a Nicaragua. “En tanto, se inició el procedimiento administrativo para la repatriación del cuerpo de una mujer de nacionalidad nicaragüense que estaba embarazada”, afirmaron en un comunicado el 9 de marzo.
Sin duda alguna la migración que ha arrastrado a cientos de nicaragüenses a salir del país, por la situación política y económica que atraviesa, continúa pasando factura dejando luto y dolor a las familias de las víctimas.
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