Lanzan un SOS ante avance de la tala de pinares en bosques de cordillera Dipilto-Jalapa

FOTO: Cortesía.

El avance destructor en la tala de grandes hectáreas de pino en los bosques protegidos de la cordillera de Dipilto-Jalapa, en Nueva Segovia, está dejando daños irreversibles a la flora, fauna, pinares y fuentes hídricas de comunidades pobladas, lo que ha motivado a las familias campesinas a lanzar un S.O.S.

Adentrarse a las profundidades de las montañas de pinares de las comunidades El Chancho, La Piedra, El Gato, Las Huellas, Los Arados y El Avión del municipio indígena de Mozonte, en Nueva Segovia, permite encontrarse por las trochas (caminos hecho para la extracción de pino) camiones cargados con tucas y a la vez escuchar las motosierras tumbando árboles en lugares en que habían caudalosos ríos, convertidos ahora en riachuelos que van dejando al descubierto las piedras en el lecho que antes eran cubiertas por los mantos de agua que han descendido su caudal.    

A diario unos 7 pesados camiones son conducidos a las profundidades de las montañas de pinares de los municipios de Santa María, Macuelizo, Mozonte, Dipilto y Jalapa, zonas del departamento de Nueva Segovia, de donde son cargados y extraen enormes tucas de árboles de pino, supuestamente afectados por el gorgojo descortezador, cortados por trabajadores con motosierras con rumbo a los aserríos de la ciudad de Ocotal, Somoto y Estelí.

La tala de pinares lleva años en estas zonas, como también las familias comunitarias llevan años denunciando el despale y los daños ambientales causados por esta práctica ante las autoridades de las alcaldías orteguistas y funcionarios sandinistas de las instituciones estatales del MARENA (Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales) e INAFOR (Instituto Nacional Forestal), sin que hasta la fecha obtengan respuesta alguna que ponga fin al arrase de los bosques de pino.

“Dan ganas de llorar, al ver como nuestras montañas de pino van quedando como desiertos por el despale que realizan las empresas madereras con los avales de los funcionarios del MARENA, el INAFOR y las Alcaldías, mientras familias de la mayoría de los barrios de la ciudad de Ocotal (cabecera del departamento de Nueva Segovia) claman por agua de consumo, ya que los pozos de ENACAL (Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados) no abastecen las redes de tuberías que llegan a los hogares”, expuso Alfredo Mondragón, del barrio Sandino de esta localidad ocotaliana. 

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Por su parte Fernando Mejía López, del municipio de Mozonte, dijo que era alarmante la situación de las familias usuarias del agua del pueblo, ya que en los sectores El Chanco, La Piedra, El Gato, Las Huellas, Los Arados y El Avión, se extraen centenares de tucas de pino, “a diario entran camiones a cargar pino, lo que genera dudas porque a veces se quedan estacionados por largo tiempo, como si estuvieran evadiendo el puesto de control de madera del Marena, y por eso esperan a que llegue la noche o la madrugada para poder salir”, dijo.

Agregó que las cisternas o pipas de Enacal y de las alcaldías llegan a cargar agua de los ríos de esta zona para abastecer a los habitantes de los barrios afectados por la falta del vital liquido en la ciudad de Ocotal, “pronto se darán cuenta que nos vamos a quedar sin ríos para suplir las necesidades no solo de la gente ocotaliana sino también de los habitantes de Dipilto y Mozonte”, señaló.    

Bismark Francisco Gómez, de una de las comunidades de la zona de Mozonte, manifestó que los comunitarios de los lugares afectados conformaron una comisión de vigilancia con el conocimiento de las autoridades policiales, Marena, Inafor, Alcaldía y de los líderes del Pueblo Indígena de esta localidad, “habíamos acordado que se estaría controlando la extracción de madera que estuviera afectada por el gorgojo y vemos que el despale sigue incontrolable dijo.

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