El presidente Joe Biden dice que sus prioridades con Cuba son la democracia y los derechos humanos, y que los mejores embajadores de Estados Unidos para la isla serán los cubano-estadounidenses. Probablemente Biden seguirá con Cuba la política que apruebe la mayoría de la comunidad cubano-estadounidense. Una encuesta realizada por la Florida International University, entre cubano-estadounidenses que residen en el condado de Miami Dade, donde se concentra el mayor número de cubanos por habitantes en los EE. UU., muestra las opiniones con respecto a la política estadounidense hacia Cuba en un condado fuertemente conservador.
De acuerdo a la encuesta, la mayoría de los cubanos residentes en Miami Dade desean “algunos cambios” después de 61 años de un embargo fracasado, porque el aislamiento no ha producido nada positivo. Bajo la administración Trump se canceló la política de flexibilización del presidente Barak Obama volviendo al antiguo embargo y declarándolo país promotor del terrorismo, suprimiendo las remesas familiares, impidiendo la reunificación familiar y suprimiendo los vuelos para estadounidenses a la isla y de cubanos a EE. UU. Pero todo eso está afectando más al pueblo que al gobierno.
Muchos cubanos residentes en Miami Dade se preocupan por sus familiares que están careciendo de cosas de primerísima necesidad y el 40% están a favor de volver a una flexibilización como la iniciada por Obama. El 60% sigue apoyando el embargo a pesar de que también consideran que no ha dado ningún resultado positivo; por eso, incluso dentro de ese 60% hay quienes también respaldan un mayor acercamiento de EE. UU. a Cuba. El 70% respalda la venta de alimentos, el 74% la venta de medicinas, el 65% reanudar los viajes para visitar a sus familiares en Cuba y que éstos visiten EE. UU. y el 60% apoyan abrir nuevamente las embajadas
Uno de los datos que se encuentran al estudiar la encuesta es que las personas de mayor edad son quienes apoyan el aislamiento total de la isla a pesar de reconocer su fracaso. Los de mediana edad y los jóvenes están a favor del acercamiento tal como lo inició Obama, pero esta vez con más condiciones y sujetándolo al cumplimiento de las mismas.
No sabemos todavía cuál será en detalle la política que seguirá Biden. Sabemos que el embargo fracasó y necesariamente se tendrá que probar otra estrategia para lograr avances hacia la democracia y los derechos humanos en Cuba, de la mano con la comunidad cubano-estadounidense y demandando condiciones, como la liberación de los presos políticos, avances en materia de derechos humanos, ampliar los negocios privados y permitir inversiones estadounidenses —especialmente de cubano-estadounidenses— que implicarían nuevos cambios en el sistema económico. Para contrarrestar prácticas comunistas parece una buena estrategia incidir en la transformación de la economía mediante inversiones privadas; la economía siempre logra determinar la política de las naciones, tal como lo visualizó Obama. Los cubanos están desesperados, ahogándose económicamente debido al fracaso del sistema comunista y, en menor grado, también al embargo; y aunque el gobierno ha dado pequeños y tímidos pasos en dirección a la libre empresa, necesita un buen impulso para avanzar más.
Es de esperar que ahora Biden sea más exigente del efectivo cumplimiento de las condiciones puestas por EE. UU. Además, algunos analistas y políticos nicaragüenses cercanos a importantes funcionarios de la nueva administración demócrata, han expresado que Biden también incluiría entre sus condiciones la de suprimir la interferencia cubana en los esfuerzos democratizadores que realice su administración en Venezuela y Nicaragua.
Un análisis de Adolfo Miranda Sáenz.
FOTO: Cortesía.
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