La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, sancionado por el gobierno norteamericano por graves abusos contra los derechos humanos, sostuvo este jueves que no hay espacios para otras voces que no sean nicaragüenses, rechazando un supuesto intervencionismo extranjero.
Aunque no especifica a que se refiere, este miércoles, la aspirante presidencial, Cristiana Chamorro, recomendó que la administración Biden debería negociar con la administración de Daniel Ortega, para superar la crisis sociopolítica que Nicaragua vive desde abril de 2018.
“Somos nicaragüenses, y les decimos que entre los nicaragüenses nos entendemos. No hay espacios para otras voces, las mismas identidades injerencistas e interventoras, en esto no, con otras modalidades no”, dijo Murillo, en clara referencia a los Estados Unidos.
Además, Murillo, señaló que seguirán firmes en planteamiento de que “juraron” defender “nuestra victoria”, es decir, el proyecto sandinista, ignorando que más del 70 por ciento de la población les pide salir del poder.
Continuidad de la injerencia
Pese a que Murillo, que tampoco da entrevistas a sus medios de comunicación, asegura que se viven otros tiempos, pero reitera que permanece la injerencia extranjera.
“Y aquí sabemos defender la patria, estos son otros tiempos, no estamos hablando de una invasión militar, gracias a Dios, no estamos hablando de enfrentamientos donde corra sangre de hermanos, pero si estamos hablando de la continuidad de la injerencia ante esa continuidad de la injerencia haciendo frente y diciéndole aquí en esta patria sabemos ser dignos, dignos”, monologó Murillo.
El llamado de administración Biden
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mediante un comunicado el pasado 9 de febrero se mostró “profundamente preocupado por la creciente represión que vive Nicaragua”.
En el comunicado, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price señala que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega “está conduciendo a Nicaragua hacia la dictadura”, lo que “aislará aún más a su régimen de la comunidad global”.
La reacción de Murillo también podría ser una repuesta a esa posición de la administración Biden.
En el comunicado, el gobierno de Joe Biden, también deja claro que está “comprometida a apoyar al pueblo nicaragüense y su demanda de democracia” y que está enfocada en “empoderar a la sociedad civil y mejorar el respeto por los derechos humanos”. Finalmente, la Casa Blanca le pidió a Daniel Ortega “que cambie de rumbo ahora”.
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