Los más de 50 talleres de rosquillas del municipio de Yalagüina y la ciudad de Somoto, en el departamento de Madriz, están siendo afectados por la subida de precio de muchos insumos utilizados para la elaboración de este producto exquisito, el cual tiene su demanda en el mercado nacional e internacional.
El queso, la mantequilla, la panela de dulce de caña, el quintal de maíz, huevos, además de la carga de leña para los hornos tradicionales y el gas butano para los hornos mejorados, entre otros insumos para la elaboración de las famosas rosquillas somoteñas, han subido de precio afectando los costos de producción que están siendo asumidos por las propietarias de los talleres de esta destacada industria en el norte del país.
Esto ha obligado a muchas dueñas de talleres de rosquillas a tener que reducir de 4 a 2 arrobas de maíz para la producción de este producto, mientras que otras han decido reducir el tamaño de las hojaldras, rosquillas y quesadillas o bien disminuir la cantidad de unidades de las mismas que son empacadas en bolsas plásticas, algunas con sus respectivos logos, para su comercialización en el mercado regional, nacional y en los mercados de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá, los Estados Unidos y varios países de Europa.
“El aumento elevado de la materia prima ha subido los costos de producción, por ejemplo, el quintal de maíz lo estamos comprando desde hace dos meses a 450 córdobas y antes lo comprábamos a 350 córdobas”, manifestó Suedy Lynn González, propietaria del taller de rosquillas “Dorita” ubicado en una de las principales avenidas al suroeste de la ciudad de Somoto, cabecera del departamento de Madriz.
Suedy Lynn González dijo que a pesar de los altos costos que están registrando muchos insumos con los cuales se elaboran las famosas rosquillas somoteñas mantienen la calidad y el tamaño de los productos, “lo que si estamos haciendo es subirle un poquito el precio del producto, lo que ha disminuido también las ventas”, expuso.
Doña Olga Vílchez, propietaria del taller de rosquillas “Vílchez” en Somoto, dijo que las ventas se mantienen un poco normales pero que la producción de las rosquillas se ha visto afectadas por el alza de mucho de los insumos para su producción, “Todo ha subido, las bolsas o gabachas plásticas, el queso, la tapa de dulce de caña y la caja de margarina hasta registra un incremento en su costo de 100 córdobas. Nos hemos visto obligados a subirle un poco el precio a la bolsa de rosquillas para no sacrificar la calidad y el tamaño del producto que al final recae en el consumidor”, señaló doña Olga Vílchez.
El taller “Vílchez” es el más reconocido en la industria de las rosquillas somoteñas con más de 78 años de existencia y por su calidad e inocuidad en su elaboración en los tradicionales hornos construidos de barro y ladrillos de cuarterón que se ubican dentro del área de producción al sureste de la ciudad de Somoto.
Por su parte, doña Vilma Martínez Osorio, dueña de un pequeño taller de rosquillas en la ciudad de Somoto, manifestó que los insumos de los productos para la elaboración de las famosas rosquillas somoteñas se han encarecido mucho, “hay productos como el queso que ya se oferta hasta en 70 córdobas la libra, antes andaba en 50 o 60 córdobas, y la caja de margarina ya se cotiza en más de 100 córdobas su incremento”, señaló.
Información de Denis García, corresponsal de Radio Corporación en la zona norte del país.
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