La primera reacción de la administración de Joe Biden a la crisis sociopolitica de Nicaragua este lunes, mediante un comunicado del Departamento de Estado de los Estados Unidos, es un claro mensaje de que el nuevo mandatario tendrá su mirada en Nicaragua, así lo expresan analistas políticos.
“Sin duda, es un paso de suma importancia porque hace ver (demuestra) que la administración del demócrata Biden está poniendo mucha atención a todo lo que sucede en Nicaragua, en un año tan trascendental, como es este”, asegura el experto en derecho internacional, Harold Rocha, un nicaragüense que reside en los Estados Unidos.
Rocha asegura que Estados Unidos está muy pendiente de cómo va ser la repuesta de Ortega, con el asunto de las reformas electorales y las condiciones habilitantes para que en Nicaragua se celebren comicios nacionales transparentes y observados para noviembre de este año.
“Estados Unidos está pendiente de todo lo que está sucediendo en Nicaragua y esta posición oficial de la administración Biden, es una idea de que no va ser una postura tan indulgente con Daniel Ortega, como quieren hacer ver algunos cercanos a Ortega. La demanda por las reformas electorales y las condiciones habilitantes, son firmes para que en Nicaragua se celebren elecciones transparentes y observadas, con todos los estándares internacionales”, sostuvo Rocha.
Presiones al régimen continuará, asegura Maradiaga
Para el politólogo, Félix Maradiaga, la postura de la administración Biden es clara “de que no habrá un cambio de presión” contra el régimen de Daniel Ortega, a quien la administración del expresidente, Donald Trump, le sancionó por violaciones a derechos humanos a una gran cantidad de funcionarios públicos, incluyendo a la vicepresidenta y esposa del dictador, Rosario Murillo.
“Yo creo que en primer lugar es que esta manifestación a través del Departamento de Estado es mandar una repuesta contundente a los grupos afines a Ortega que en algún momento pensaron o quisieron dar la impresión que la administración Biden podría tener mano suave con Ortega”, señaló Maradiaga.
El politólogo además sostiene que el mensaje de la administración Biden va en consonancia con la estrategia bipartidista (entre republicanos y demócratas) que durante la era Trump se ejerció para tomar acciones contra el régimen de Daniel Ortega, como ha sido en el caso de la Ley Magnisky o la Ley Nica Act.
“Las acciones que se tomaron desde entonces desde, el Ejecutivo, fueron también con el apoyo de las decisiones bipartidista. Entonces, lo que hace ver esta posición es que la estrategia de presión para alcanzar la democracia en Nicaragua, se va mantener”, afirmó Maradiaga.
Hasta hoy el régimen Ortega-Murillo no ha reaccionado a la posición del Departamento de Estado.
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