La iglesia católica de Nicaragua ha desempeñado en los último tres años un papel fundamental, desde el inicio de las protestas cívicas junto a otros actores sociales, ante los abusos y violaciones de derechos humanos en Nicaragua, poniendo a disposición su legitimidad, recursos humanos y espirituales y morales para apoyar la movilización ciudadana y ser mediadores de la situación política del país.
Pese a los ataques directos del régimen de Daniel Ortega en contra de la iglesia y sus obispos, tanto la población como los sectores opositores confían en la transparencia y la fuerza moral de la iglesia católica como un factor de encontrar una salida a la crisis que agobia al país desde el 2018.
Para el ex sacerdote, politólogo y ex embajador de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos, Edgar Parrales, la unificación de la oposición debe ser trabajo sumamente entre ellos, pues la iglesia lo único que podría hacer es mediar entre el bloque unificado de la oposición y el gobierno de Daniel tal y como ocurrió en el 2018.
“Lo que se plantea en los últimos días es que la oposición se una y después ya como una fuerza de presión, y se necesite alcanzar ir a un diálogo con el gobierno, algunas voces dicen que querrían que la iglesia católica sea quien garantice el desarrollo de ese diálogo y a su vez se cumplan los resultados. La iglesia está anuente en que si ellos reciben una invitación para un diálogo, la conferencia episcopal hablará entre sí para mediar en un dado caso se dé una mesa de negociación. Y lo que refiere a la unificación de la oposición es trabajo que ellos deben de realizar, y en que se conoce públicamente que están trabajando”, manifiesta Parrales.
La iglesia siempre estará a lado del pueblo y la justicia
Para el secretario de la Comisión Justicia y Paz en la Arquidiócesis de Managua Adolfo Miranda Sáenz, la iglesia no debe tomar partido si no que están para brindar la doctrina social para aquellos que no pertenecen al clero, pero como miembros de la iglesia pueda discernir cual es el camino correcto.
“La iglesia a través de nuestros obispos ha emitido numerosos pronunciamientos indicando lo que está bien y denunciando lo que está mal, para que conforme a esa doctrina los laicos sepamos el camino a tomar, en cuanto a la unidad de la oposición es algo que la mayoría de los nicaragüenses queremos , y la iglesia indica que se debe buscar los caminos correctos y anima a tomar lo más viables para alcanzar ese propósito, la iglesia siempre estará a lado del pueblo y la justicia”, expresó Miranda.
y Paz en la Arquidiócesis de Managua
La iglesia católica desde el inicio de las protestas cívicas llamaron inmediatamente al cese de la violencia, líderes católicos apoyaron y protegieron a manifestantes, mediaron en conflictos, convocaron a procesiones que se convirtieron en masivas marchas para los manifestantes contra las políticas gubernamentales de Daniel Ortega.
En los últimos meses, sumado al discurso de odio de la vicepresidenta Rosario Murillo en contra de los obispos, se suma el ataque a los templos católicos por fanáticos al régimen de Ortega, que van desde el caso donde una mujer que roció con ácido la cara de un sacerdote hasta el incendio en la capilla que resguardaba la imagen de la Sangre de Cristo en la Catedral Metropolitana de Managua.
Además de profanaciones en templos en todo territorio nacional y amenazas directas de muerte a sacerdotes por recordar al sistema político el respeto a los derechos humanos de los nicaragüenses, han sido expulsados sacerdotes extranjeros por manifestar su cercanía a la población víctima de la represión.
Obispos acompañaran a los nicaragüenses en el proceso electoral
Recientemente la iglesia católica había informado que acompañarán a todos los nicaragüenses en el proceso electoral que se llevará a cabo este año 2021, la oposición nicaragüense espera de la iglesia esa guía espiritual que los ha acompañado desde el inicio de las protestas cívicas en Nicaragua.
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El anuncio lo emitió el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo José Brenes. Dejo claro que el acompañamiento será desde el evangelio para evitar violencia y lo consideró un gran reto.
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