Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, considerada por el psicólogo nicaragüense Roberto Ordóñez uno de los factores de riesgos más fuertes respecto a las ideas suicidas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que el suicidio es la primer causa de muerte violenta. Si es producto de la depresión, generalmente la persona lo hizo por sentimientos de tristeza, apatía, desesperación, desesperanzas, entre otros.
Hablar de depresión en Nicaragua es muy complejo, según el especialista consultado. Él toma en cuenta muchos factores para emitir comentarios. Aduce que la depresión en los nicaragüenses se manifiesta debido al contexto del país.
Entre los elementos que propician y facilitan la existencia de la depresión en los nicaragüenses, está la crisis sociopolítica que ha dejado mucho enojo y mucha división, la crisis económica que cada vez se agudiza más, el duelo traumático por el COVID19, el impacto de dos huracanes y la incertidumbre de este año electoral, expresa el psicólogo.
Se desconocen las cifras
Ordóñez destaca que dentro de la Asociación Nicaragüense para el Desarrollo de la Psicología, donde funge como presidente, muchos especialistas que ejercen atención específica a la depresión reportan un aumento de casos de personas con trastornos depresivos.
“Se está evidenciando en los consultorios y clínicas. Cada vez llegan más casos de jóvenes y adultos depresivos, inclusive con trastorno o ideación suicida”. Esto informa el experto, aunque a la fecha no existen datos oficiales sobre la enfermedad.
“Por fuentes, colegas, nos damos cuenta que hay un aumento de casos de atención por depresión e ideación suicida en los centros de salud. Datos oficiales en un país como Nicaragua donde el gobierno debe aceptar que hay un problema, no van a existir”, argumentó.
Foto: Gerald Mayorga / Radio Corporación.
Recomendaciones
Roberto brindó recomendaciones para combatir la depresión, entre las más efectivas de acuerdo a la situación económica y la dificultad de visitar a un psicólogo, está trabajar la espiritualidad, fortalecer redes de apoyo y desarrollar hábitos saludables.
“Trabajar nuestra fe en Dios para salir de los sentimientos represivos. Aumentar nuestras redes de apoyo, es decir, nuestros amigos con quien hablar, a quien buscar cuando nos sentimos deprimidos. También desarrollar hábitos saludables, caminar, correr, buscar momentos de recreación. Todo esto es oportuno”, concluyó.
Según la OMS, cada año en el mundo, se pierden casi un millón de vidas debido al suicidio, lo que repercute en la productividad de la población económicamente activa.
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