El Obispo de la Diócesis de Matagalpa, Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, recuerda que los nicaragüenses están llamados a formar una familia, pese a las diferencias.
“En Nicaragua estamos llamados a ser una gran familia. En una familia hay diferencias, pero cuando estas son asumidas con respeto, contribuyen a construir una gran armonía que promueve el progreso”, indicó Álvarez.
El religioso instó a tener fe para edificar la “gran familia” nicaragüense donde impere el respeto y la educación. Posterior poder alcanzar la justicia y armonía precisamente para lograr un progreso que posibilite riquezas mejor distribuidas, desarrollo humano sostenible y una institucionalidad que enorgullezca.
Palabras de Mons. Álvarez en su homilía de domingo.
Cortesía Diócesis de Matagalpa
El obispo concluyó su homilía afirmando que Nicaragua está hecha para grandes cosas. “Juntos y siempre con Dios lo lograremos”, expresó.
Llamado a orar en familia:
En su mensaje, llamó a las familias a orar juntos en algún momento del día en estas festividades. Puede ser bendiciendo los alimentos, “porque hay familias que ni eso hacen”. Agregó que pueden rezar el Rosario, la coronilla a la Divina Misericordia, y destinar un momento del día para leer la palabra u otra oración, “porque ante las adversidades esa plegaria puede salvar la familia”.
Seguidamente explicó que el texto de San Pablo proclamado durante la liturgia dice: “Enséñense unos y otros lo más que puedan”, añadiendo que la primera manera que tienen los padres para enseñar es el testimonio de vida, “si sus hijos miran, escuchan y contemplan que en la casa no hay gritos, palabras hirientes, ese muchacho o muchacha aprenderá a ser hombre y mujer de paz. Padres que estén atentos a sus hijos no para vigilarlos porque los hijos también deben crecer en la libertad para que amen la libertad”, añadió.
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