Una banda dedicada al tráfico ilegal de migrantes, principalmente integrada por nicaragüenses fue capturada en Costa Rica el jueves (17.12.2020) por la Policía Profesional de Migración (PPM).
El operativo se llevó acabo bajo la dirección funcional de la Fiscalía Adjunta Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes, y el apoyo de la Policía de Fronteras. El allanamiento se realizó en tres puntos de la comunidad de Upala, Costa Rica, donde capturaron a 14 personas, vinculadas a esta organización. 10 de ellos son nicas.
La policía de migración de Costa Rica realizaba la investigación desde el mes de marzo. De este modo informaron que a los líderes de la banda (3) los capturaron durante el operativo.
“Estas detenciones son resultado de las acciones policiales que se mantienen en la zona norte, evitando el ingreso irregular de personas migrantes, con la detección y rechazo por ingreso por paso no habilitado. Mantendremos estas acciones y no nos detendremos en la lucha contra el delito del tráfico lícito de migrantes.” Manifestó el Subdirector de la Policía Profesional de Migración de Costa Rica, Alonso Soto.
El modus operandi
Los miembros de la banda desarticulada eran de nacionalidad nicaragüense y cubana. Se dedicaba movilizar personas de manera ilegal de Nicaragua a Costa Rica por las distintas rutas de acceso a suelo tico, cobrando entre 100 y 200 dólares. Los principales destinos eran Las Tablillas, y Upala.
Los migrantes iniciaban su recorrido desde Managua, luego Rivas, y Cárdenas, y desde este último punto, los transportaban en autobús hacia Colón, donde los esperaba un miembro de la organización para ingresarlos a Costa Rica, por puntos ciegos. De esta manera evitaban pasar por los puestos fronterizos y controles policiales.
Como resultado de la emergencia del coronavirus, la presencia policial incrementó por el cierre de las fronteras, como medida sanitaria desarrollada por las autoridades ticas. Esto llevó a los miembros del grupo de traficantes a movilizar sus operaciones. Los alojaban, ocultaban y transportaban a los migrantes desde Upala hacia otros sectores de la frontera norte, usando viviendas de seguridad para el resguardo de los migrantes. Además contaban con personas exclusivas para labores de contra inteligencia.
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