Tras el paso del huracán Iota muchas comunidades de la zona norte de Nicaragua se encuentran sin agua potable, entre ellas La Marañosa, del municipio de Wiwilí, departamento de Jinotega.
Al menos 1,300 viviendas son las afectadas en la zona. Una pobladora dijo al medio local, Radio ABC Stereo, que las tuberías de agua potable se dañaron debido a las fuertes corrientes de agua que generó el huracán Iota.
Los lugareños recurren a los ríos para acarrear el vital liquido y poder realizar necesidades básicas en los hogares y aseo personal. Demandan atención oportuna por parte de las autoridades, que aún no llegan a evaluar la situación que viven los ciudadanos.
Estos nicaragüenses corren el riesgo de consumir agua contaminada y de allí se deriven enfermedades en toda la comunidad.
En un informe de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado (Enacal) se estimó que al menos 98,000 familias equivalente a 500,000 personas, quedaron sin el servicio de agua potable tras el paso del huracán Iota.
Pero, a la fecha no han actualizado los datos y los afectados urgen que se presenten con prontitud.
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