El 2020 será recordado con nostalgia para las autoridades eclesiásticas, feligreses católicos y ciudadanía en general, por los ataques y profanaciones en varios templos. Sin embargo, el espíritu de festividades religiosas esta vigente en Nicaragua y no declina ante arremetidas.
“Una cosa no tiene que ver con la otra”, respondió el vicario de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Carlos Avilés al consultarle si todos los ataques que recibió la Catedral de Managua este año tendrán incidencia en la celebración de la gritería a la Inmaculada Concepción de María este 7 de diciembre.
“Los ataques, profanaciones y actos terroristas nunca van a apagar las festividades religiosas como la purísima. La iglesia católica siempre ha sido atacada, por eso este año igual celebramos”, dijo Mons. Avilés.
Voz de Monseñor Carlos Avilés, vicario de la Arquidiócesis de Managua.
Para Avilés, lo único que incide en la festividad mariana es el peligro a contagiarse del nuevo coronavirus. Así que, la iglesia católica decidió arreglar altares, pero no gritarle a la Virgen por seguridad sanitaria.
Puso de ejemplo su parroquia, ubicada en el sector de Las Colinas, que este siete de diciembre no colocará el altar en las afueras, siguiendo la recomendación de la Arquidiócesis de Managua de celebrar la purísima evitando aglomeraciones y previniendo contagios de COVID19.
Grito de la purísima será virtual
El Cardenal Leopoldo José Brenes, Arzobispo de Managua, manifestó en una entrevista brindada al Canal 12 que en esta ocasión no celebrará la purísima en la Catedral Metropolitana de Managua de forma presencial, sino de forma virtual, desde su casa a través de los medios de comunicación de la iglesia.
Brenes dijo que todas las parroquias estarán abiertas para quienes pretendan visitar la imagen de la Inmaculada Concepción de María, y en algunas se llevará a cabo un serie de eucaristías.
“Por mi parte, me quedo en casa, siendo coherente con el llamado que hicimos de celebrar a la virgen María desde los hogares para evitar aglomeraciones”, expresó el obispo.
Voz del Cardenal, Leopoldo José Brenes.
El grito “¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María!”, lo hará el Cardenal Brenes desde su casa a las seis de la tarde, con el altar preparado en honor a la Inmaculada Concepción de María.
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