La muerte de un hombre negro que recibió una paliza por agentes de seguridad en un supermercado en Brasil desató protestas en distintas ciudades de ese país ayer y opacando la conmemoración del Día de la Conciencia Negra.
Los manifestantes marcharon en el centro de Sao Paulo hasta una sucursal del mercado en el barrio Jardim Paulista, quienes arrojaron piedras contra la fachada de vidrio e invadió el establecimiento, destruyendo o incendiando mercadería, vitrinas y otras instalaciones.
“Ser negro en Brasil es que te roben tu humanidad y tus derechos, es no tener la oportunidad de ir y venir tranquilo, el sistema de seguridad te ve como acusado, incluso cuando eres una víctima”, expresó uno de los manifestantes a un medio internacional.
Un amigo de la víctima que presenció la paliza dijo al portal de noticias G1 que, mientras era golpeado, Silveira Freitas “gritó que no conseguía respirar”, una frase que evoca la muerte de George Floyd, otro hombre negro que falleció asfixiado por un policía en Minneapolis, Estados Unidos, un hecho que conmocionó al mundo.
A través de publicaciones en su cuenta de Twitter, el presidente Jair Bolsonaro pareció referirse al suceso y a las protestas que este ha generado, señalando que no hay que “dividir el sufrimiento del pueblo brasileño en grupos” y que “problemas como la violencia son vividos por todos
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